Mueren cinco personas en un nuevo ataque contra extranjeros en Afganistán
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid reivindicó el ataque en un comunicado y afirmó que el edificio es un centro de proselitismo cristiano e inteligencia.
Cinco personas -tres talibanes, un civil afgano y un extranjero- murieron hoy en un ataque talibán contra una ONG en Kabul, el tercero contra objetivos occidentales en la capital de Afganistán en los tres últimos días.
El ataque comenzó a media tarde después de que se produjeran varias explosiones y los insurgentes entraran en el edificio en el área de Kartise, en el suroeste de la capital y a 200 metros del Parlamento afgano, dijo el portavoz del Ministerio del Interior, Sediq Sediqi.
"Dos trabajadores de las oficinas murieron y otros seis fueron rescatados por las fuerzas de seguridad", afirmó Sediqi, quien añadió que un policía resultó herido en el ataque, que duró cuatro horas.
El portavoz de la Policía de Kabul, Hashmat Stanekzai, dijo a Efe que entre los fallecidos se encuentra un extranjero, cuya nacionalidad no se ha emitido información.
Dos de los atacantes fueron abatidos por las fuerzas de seguridad y el tercero detonó los explosivos que portaba.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid reivindicó el ataque en un comunicado y afirmó que el edificio es un centro de proselitismo cristiano e inteligencia.
"La primera barrera de seguridad fue destruida con una explosión y después los luchadores entraron con armas ligeras y pesadas", de acuerdo con el comunicado.
Según Mujahid, en el interior del inmueble se encontraba un gran número de sacerdotes, aunque los insurgentes suelen ofrecer datos erróneos sobre sus acciones.
Se trata del tercer ataque contra extranjeros en la capital afgana en los últimos días, después de que el jueves un suicida detonó una carga explosiva cerca de un automóvil de la embajada del Reino Unido, en un atentado en el que murieron cuatro afganos y un británico empleado en dicha legación diplomática.
Ese mismo día por la tarde, al menos tres insurgentes murieron y un extranjero resultó herido en un ataque contra una ONG en Kabul.
Los ataques contra occidentales habían disminuido recientemente tras su aumento a comienzos de año con la muerte de 21 personas, entre ellas 13 extranjeros, en un atentado contra un restaurante frecuentado por foráneos en el centro de Kabul.
En marzo, trece personas murieron, entre ellas dos niños, cuatro mujeres y varios extranjeros, en un ataque contra el Hotel Serena de Kabul, uno de los mejor protegidos de la capital afgana y frecuentado por ciudadanos de otros países.
La serie de ataques de las últimas semanas también tienen como objetivos a los afganos, como el atentado al que sobrevivió la diputada y activista afgana Shukria Barakzai o en el que murió un coronel al entrar un atacante suicida en el cuartel general de las fuerzas del orden en la ciudad.
En una de las peores masacres de lo que va de año 61 civiles murieron en un atentado suicida en un partido de voleibol en el este del país el fin de semana pasado.
Unas acciones de las que Mujahid se congratuló en su cuenta de Twitter.
"Una serie de ataques mortales de mártires que han destruido importantes objetivos enemigos en los últimos días y el régimen títere lo describe como debilidad de los muyahidines", escribió el portavoz en la red social.
Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas después de que el año pasado las fuerzas nacionales se hicieran responsables de la seguridad tras la retirada paulatina de las fuerzas de la OTAN (ISAF), que culminará a finales de 2014.
No obstante, la OTAN ha anunciado que mantendrá en el país unos 2.700 instructores a partir de 2015, mientras que Estados Unidos dejará desplegados sobre el terreno alrededor de 9.800 soldados hasta el 2024.
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