Mujeres fantásticas, princesitas y una loca del frente: el cine chileno del 2017

Hay épocas que nunca terminan de alimentar a la ficción. Pasó con la Alemania nazi y su holocausto, que nutrió ayer, hoy y mañana a Hollywood y la literatura universal. También con la Guerra Civil española en manos de los narradores hispanos y extranjeros. Y, por supuesto, también le sucede a los 17 años de Pinochet en Chile, un período que ha sido abordado en el cine local a través de cintas como Nostalgia de la luz de Patricio Guzmán, La frontera de Ricardo Larraín o Tony Manero de Pablo Larraín. El próximo año, tanto a nivel de estrenos como de rodajes, habrá aún más películas que transcurren en dictadura o que viven bajo su sombra. Y muchas, con mujeres como protagonistas.

Uno de los proyectos más llamativos es Los perros, la nueva producción de Marcela Said, realizadora que siempre ha puesto la lupa sobre las tinieblas y las pocas luces del régimen militar. Responsable de los documentales I love Pinochet (sobre los partidarios acérrimos de Pinochet), El mocito, y de la cinta de ficción El verano de los peces voladores, Said ahora busca contar la historia de una mujer que se relaciona con un hombre de pasado lamentable: fue un torturador.

"Es una de las primeras películas que hablará del rol de los civiles durante la dictadura, pero también tiene que ver mucho con el Chile actual", comenta Augusto Matte, productor de la cinta a través de Jirafa Films. "Posee un casting encabezado por Antonia Zegers, pero donde también están los argentinos Juana Viale y Rafael Spregelburd. Ya vamos en la tercera semana de rodaje. Queremos estrenar en mayo, siempre mirando primero hacia los festivales extranjeros", dice Matte sobre esta coproducción chileno-franco-argentina. En la trama, Mariana (Antonia Zegers) toma clases de equitación con Juan (Alfredo Castro), un ex coronel del ejército con el que establece un vínculo particular. Todo cambia cuando Juan comienza a ser buscado por crímenes cometidos en dictadura. Mariana debe enfrentarse a las verdades ocultas de su nuevo amor y también a la hipocresía de su propia y acomodada familia. En el rol del padre está Alejandro Sieveking, mientras que Spregelburd es su esposo, y Juana Viale interpreta a su cuñada.

Lejos de la época dictatorial, pero muy cerca de la hipocresía de las clases acomodadas, se mueve también el personaje de Marina (Daniela Vega), quien protagoniza Una mujer fantástica, la nueva película de Sebastián Lelio. El director se encuentra en el montaje de esta producción que se rodó en el verano y que busca su lugar en los festivales del 2017, empezando por Berlín donde Lelio participó exitosamente con Gloria en 2013 (Oso de Plata para Paulina García). "Una mujer fantástica es la historia de una persona (Marina) que debe pasar por muchas desventuras cuando pierde a un ser querido", comenta Juan de Dios Larraín, productor de la cinta a través de Fábula. "Aunque siempre es difícil predecirlo, la película tiene un potencial internacional en la medida que posee una trama global", agrega Larraín.

Una mujer fantástica relata la odisea de Marina, una mujer que antes fue un hombre y que es pareja de Orlando (Francisco Reyes), padre de una familia bastante clásica en el Chile de nuestros días. Tras la intempestiva muerte de Orlando, Marina empieza a lidiar no sólo con su propio luto, sino con los pequeños detalles y miserias de los parientes de su fallecida pareja, empezando por su esposa (Aline Kuppenheim). Cada cual entiende a su manera la sexualidad de Marina. En la cinta también intervienen Luis Gnecco y Amparo Noguera.

A una familia bastante disfuncional pertenece Tamara, la niña de 11 años que lleva las riendas de la historia en Princesita, de Marialy Rivas. El segundo largometraje de la realizadora de Joven y alocada fue escrito también junto a Camila Gutiérrez (cuya adolescencia fue retratada en la película) y la fuente narrativa también es real: la cinta se basa en un caso ocurrido en la Novena Región en el 2010.

"Princesita es la historia de una niña en el sur de Chile que vive en una secta. Vemos como la religión y la opresión dan vida a un personaje que debe atravesar por todo esto", dice Juan de Dios Larraín sobre el filme rodado a inicios del 2015 y que también está bajo el alero de Fábula. "Se ha demorado el estreno entre otras cosas porque Marialy Rivas tomó entremedio un curso de guión, y porque así es el proceso de montaje. A veces toma más tiempo y todo es un poco más complejo. Las películas en realidad se terminan cuando uno tiene la verdadera certeza de que todo concluyó", explica Larraín sobre este largometraje protagonizado por Sara Caballero como la niña Tamara, objeto de adoración dentro de un grupo de fanáticos religiosos. El elenco lo completan, entre otros, Marcelo Alonso y María Gracia Omegna.

En rodaje

Entre los proyectos que deberían rodarse en 2017 hay al menos tres de alto voltaje político: Tengo miedo torero, Los fusileros y A la sombra de los árboles. El primero está hasta ahora en manos de Sebastián Sepúlveda (Las niñas Quispe) y es la versión cinematográfica de la novela homónima de Pedro Lemebel. La historia es, a grandes rasgos, la de un homosexual de origen humilde al que llaman la "loca del frente" y un guerrillero del FPMR. El contexto de esta producción, en la que Alfredo Castro será el personaje gay, es el atentado a Pinochet de 1986.

Es el mismo terreno, por supuesto, de Los fusileros, la adaptación del libro de Cristóbal Peña que se filmará en el invierno del 2017. Con Juan Ignacio Sabatini en la dirección, la cinta recrea el fallido ataque a la comitiva de Pinochet del 7 de septiembre de 1986. "Por razones de varios tipos, incluyendo el clima, el rodaje se hará en esa época. Tenemos los actores, pero no los podemos dar a conocer aún por razones contractuales", dice Sabatini, que antes dirigió el documental Ojos rojos, sobre la Selección Chilena camino al Mundial de Sudáfrica 2010.

Los meses de la lluvia del 2017 también fueron los elegidos para A la sombra de los árboles, el proyecto de Matías Rojas (Raíz) producido por Don Quijote Films sobre Colonia Dignidad. "Es esencialmente la historia entre Paul Schäfer y uno de los muchachos de la Colonia. El personaje del chico está basado en las historias de quienes pasaron por ahí", cuenta Giancarlo Nasi, productor de la cinta que se filmará en junio y cuyos actores se darán pronto a conocer.