Museo Histórico adquiere obras de José Balmes y Gracia Barrios

A mediados de 2013, el Museo Histórico Nacional decidió renovarse. No sólo crecerá en metros cuadrados, con la construcción de un edificio contemporáneo que eventualmente lo obligará a cerrar varios meses, sino también cambiará el enfoque de su exhibición permanente.

Diego Matte, su director desde 2011, está convencido en saldar deudas pendientes con, por ejemplo, el tema indígena, la historia regional, los movimientos sociales y la Iglesia. También hace falta una mirada más profunda al siglo XX y XXI, ya que la exposición llega hasta el Golpe de Estado de 1973.

Siguiendo esta dirección es que el museo acaba de adquirir, por primera vez, obras de artistas contemporáneos: cuatro obras emblemáticas de los pintores y premios nacionales José Balmes y Gracia Barrios. "Es un criterio diferente al del Museo de Bellas Artes. Estas obras nos interesan porque ayudan a narrar períodos de la historia en los que tenemos grandes vacíos", dice Carla Miranda, subdirectora de colecciones del museo.

Entre las pinturas, que fueron compradas a la galería Artium, está Puños (1969), una pintura clave de Balmes, que inaugura una nueva iconografía en sus obras y que se relaciona con el tema de la reforma universitaria. De Gracia Barrios está Humanizar (1986), donde reflexiona sobre el exilio y los derechos humanos. "Son artistas políticos con una mirada clave de la historia. Ellos transmiten sensaciones de un momento muy fuerte para el país, que nos interesa valorar como museo", señala Diego Matte.

Además, el museo adquirió nueve mil postales de Chile, que van de 1897 a 1940, del coleccionista Francisco Salinas. "Nuestra primera misión es conservar objetos importantes de la historia. En el caso de las postales, son esenciales para nuestras publicaciones y para ediciones facismilares que distribuiremos al público. En cambio, las obras de Balmes y Barrios están consideradas en la renovación de la exposición permanente", concluye Matte.