"¡Nazis fuera!": cientos rechazan ingreso de la ultraderecha al Bundestag

Un millar de personas, en su mayoría jóvenes, protestaron este domingo durante horas con gritos de "¡nazis fuera!" frente al local alquilado por el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en el centro de Berlín para festejar sus resultados electorales.

Con entorno al 13 % de los votos, según las proyecciones, AfD irrumpirá en el Bundestag (cámara baja) como tercera fuerza parlamentaria, un estreno que generó también protestas en otras grandes ciudades del país.

La concentración en Berlín tuvo lugar frente al club Traffic, junto a la céntrica Alexanderplatz, donde los líderes del partido y sus simpatizantes se habían dado cita para celebrar su éxito en los comicios.

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Foto: EFE/EPA/Thorsten Wagner[/caption]

Rodeadas de un amplio dispositivo de seguridad con policías antidisturbios, las protestas comenzaron tras conocerse los resultados de las proyecciones y se prolongaron durante horas, con insultos y abucheos a los miembros del partido que se asomaban a la terraza del local.

La mayoría de sus eslóganes denunciaban el discurso xenófobo de un partido que ha hecho del rechazo a inmigrantes y refugiados el eje de su campaña electoral.

"No hay derecho a la propaganda nazi", "nacionalismo fuera de las cabezas" o "refugiados bienvenidos" fueron alguno de los lemas coreados por los concentrados, entre botellas de cerveza y pancartas contra el racismo firmadas por Los Verdes y La Izquierda.

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Foto: Reuters / Christian Mang[/caption]

Distintos medios locales informaron también de concentraciones y manifestaciones de varios cientos de personas en Colonia, Hamburgo y Frankfurt, sin que se registraran incidentes.

Los candidatos AfD que obtuvieron este resultado son el exiliado de la CDU, Alexander Gauland, y una economista de trato muy profesional, Alice Widel, que llamó rápidamente la atención por ser lesbiana y casada con una cingalesa (guiando un partido que alimenta la xenofobia).

"Lo hicimos, estamos en el parlamento alemán, y ahora cambiaremos al país", afirmó Gauland, para luego asegurar que "Combatiremos contra Merkel y cualquiera que esté guiando el gobierno". En tanto Weidel aseguró que "haremos una oposición constructiva".

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Los candidatos del AfD Alexander Gauland y Alice Weidel. Foto: AP Photo/Michael Probst[/caption]

En las elecciones de 2013 se detuvieron en la puerta por un respiro, con el 4,7% (la barrera es del 5%).

Pero la carrera se retomó inmediatamente después, con las europeas de 2014 cuando alcanzaron el 7,1%, y luego con el gran salto de 2016, donde después de la emergencia de los refugiados y la "bienvenida política" de la canciller -recibieron a un millón en 2015- se afirmaron en Baden-Wuerttemberg y en Sajonia-Anhalt, con porcentajes sorprendentes de 15,1% y 24,3%.

Para un partido fundado por profesores universitarios, en contraposición a la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) bajo la conducción de Mario Draghi, se trata de un éxito con todo respeto.

Pero la AFD en sus orígenes es muy diferente a aquella de hoy. Sobre la alfombra el tema no es más solo la política monetaria que "erosiona el ahorro", sino la oposición neta al islam. Que encontró margen en el controvertido movimiento de Pegida, salió a las calles por meses en los años pasado, cada lunes, contra la islamización de Europa.

Impulsando la seguridad, el partido pide una política más severa sobre los migrantes de lo que hizo Merkel, y sobre esto ataca, al punto de amenazar con denunciarla.

Sobre el islam son drásticos: "La mayoría de los musulmanes que reside en nuestro país haría espacio a la sharia, sustituyendo el ordenamiento alemán", según su co-portavoz federal Joerg Meuthen. Respecto de los migrantes habría que cambiar hasta la convención europea sobre los derechos humanos. Y para hacer frente al clima general de inseguridad, proponen una gradual centralización de la policía.

En campaña electoral Gauland reivindicó "el derecho de estar orgullosos de los soldados de la Segunda Guerra Mundial", y afirmó que una viceministra de origen turco debería ser "despachada" a Anatolia.

Sus palabras provocaron un mar de críticas. Pero los representantes de la AFD no quieren pasar por extremistas de derecha: "respaldamos la tesis apoyada en el pasado por Merkel y por la CDU-CSU", afirmó la vice Beatrix von Storch.

"Estamos lejos de cada forma de nazismo", reiteró Meuthen.

El sociólogo Holger Lengfeld de la universidad de Leipzig, ofrece una llave de lectura para entender quiénes representan al partido.

"La proporción de extremistas presentes en la sociedad alemana es demasiado baja para explicar el consenso de la AFD", dijo a Der Spiegel.

"No es la posición económica objetiva, que lleva a las personas al AFD, sino el sentimiento de ser descuidado desde el punto de vista cultural", resaltó. Es una parte de la población "que rechaza profundamente los cambios culturales de los años pasados", agregó