Niña que fue liberada tras nueve meses de secuestro aconseja a Jaycee Lee Dugard




La trágica historia de Jaycee Lee Dugard, la niña de 11 años que fue raptada en 1991 y que recién se descubrió que estuvo secuestrada por 18 años y que fue violada por un ex convicto, trajo a la memoria a los estadounidenses el caso de Elizabeth Smart.

Smart tenía 14 años cuando fue secuestrada desde su pieza en Salt Lake City por un conocido de la familia que practicaba un culto religioso y apareció nueve meses más tarde. Su caso despertó un gran interés mediático en Estados Unidos, ya que desde el mismo momento en que se dio a conocer la noticia del secuestro hasta el desenlace final, la opinión pública se mantuvo siempre expectante. De hecho, la historia fue llevada a las pantallas de televisión.

Es por eso que ayer tanto Elizabeth como su padre Ed fueron contactados para que dieran entrevistas. En el matinal del canal CBS, Ed Smart rechazó la idea de que los niños que son secuestrados estrechan lazos necesariamente con sus captores a través del Síndrome Estocolmo.

"En muchos casos, estos niños sí tratan de escapar. Y después de muchos intentos tratan de sobrevivir. Y eso no significa estrechar lazos", dijo.

Al ser consultado sobre si alguien que vive esa experiencia traumática puede tener una vida normal, Smart dijo que "las cosas nunca pueden ser de la forma que eran, pero puede ser una nueva forma normal de vivir para ellos. Lo que hay saber cuál es la nueva forma y seguir adelante con tu vida".

Elizabeth, que ahora tiene 22 años y es estudiante de la Universidad Brigham Young, ofreció a Jaycee Dugard consejos, entre los que encuentra permanecer cerca de su familia y no realizar entrevistas.

"Le diría que sólo se relaje y disfrute a su familia y pase algún tiempo reconectándose. Quizás si es posible pensar en las cosas que disfrutaba haciendo con su familia y quizás salir y hacerlas de nuevo. También encontrar nuevas cosas que le gustaría hacer con ellos. Una de las cosas que más disfruté, después de volver a mi casa, fue no hacer nada. Con mi familia nos fuimos de vacaciones, fue lo mejor que pude haber hecho", dijo Elizabeth.

"Uno tiene que continuar con su vida y no dejar que este horrible evento te sobrepase y consuma el resto de tu vida. Porque sólo tenemos una vida y hay un mundo hermoso afuera y hay muchas cosas que ver y aprender. La motivaría a encontrar diferentes pasiones en la vida y continuar avanzando y no mirar atrás, porque hay mucho allá afuera", sostuvo.

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