Niños nacidos de mujeres mayores de 40 años aumentan un 10% entre 2003 y 2013

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Además, según las cifras más actualizadas del INE, cuatro de cada diez nacidos de madres en ese rango de edad eran el primer o segundo hijo.




Cada día aumenta el número de mujeres de 40 años o más que, cuando encuentran la estabilidad económica y se sienten mejor posicionadas en la vida, deciden convertirse en madre, ya sea por primera o segunda vez. Esta es una tendencia que va en alza y que ya se ha visto en los países donde la población está envejeciendo.

En Chile, de acuerdo a últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre 2003 y 2013, los nacidos vivos de mujeres de este rango de edad aumentaron en un 10%, al pasar de 8.456 a 9.274, mientras que en el mismo periodo los nacimientos subieron de 234.486 a 242.005, es decir, sólo un 3,2%. Además, las mismas cifras revelan que cuatro de cada diez niños se trató del primer o segundo hijo (3.581), lo que supera al caso de tercer (2.939) o cuarto descendiente (1.664).

"Todo lo que comía me hacía mal, hasta el agua la vomitaba. Así fueron los primeros meses, pero fue en general un embarazo normal, aunque de alto riesgo", cuenta Sonia Armijo (56), quien en 2001, con 41 años, tuvo a su segunda hija. La situación fue imprevista, eso sí, ya que había intentado tener otro niño luego del nacimiento de su primogénita en 1992, pero no había tenido resultados.

"Queríamos tener otra guagüita, pero no resultaba. Y de repente, a esa edad, quedé embarazada. De todas formas yo trabajaba, porque era independiente, y mi hija mayor ya tenía 10 años", explica. Añade que hoy existen cambios en la sociedad que permiten esta tendencia: "Hay más avances para este tipo de embarazos, más tecnologías para los controles y más aceptación de parte de la sociedad".

Cambio cultural

Entre las aristas que influyen en que las mujeres estén aceptando ser madres después de los cuarenta, dicen los expertos, se encuentra una nueva visión o, mejor dicho, adaptación a temas como el acceso a la información, conocimiento de la sexualidad, además del envejecimiento poblacional a nivel global.

"La postergación de la maternidad tiene que ver con el aumento de escolaridad y de acceso a información, lo cual es un principio de modernidad en la medida que dependemos menos de decisiones que eran tradicionales, ya que antes la identidad femenina estaba asociada al modelo de madre-esposa", afirma Sergio González,  vicerrector de Vinculación con el Medio y antropólogo de la Universidad de Santiago. Agrega que "la realidad actual para el mundo femenino está marcada por niveles de mayor autonomía y auto referencia, es decir, toman decisiones más bien asociadas a sus propias proyecciones, más que a lo que ha sido la tradición".

Señala, también, que "la entrada de la mujer en el trabajo ha sido parte de la construcción de esta identidad. En ese sentido los proyectos de vida hoy incluyen decisiones que son fundamentales a la hora de tener las profesiones".

Y es que, también, el punto económico ha tomado una particular relevancia en este tema. Aunque aún existen importantes diferencias en brecha laboral entre ellas y ellos, un estudio de 2015 del Servicio Nacional de la Mujer señala que "si en los 90 poco menos de un tercio de las mujeres en edad de trabajar formaba parte de la población económicamente activa, para el trimestre junio-agosto de 2015 la tasa de participación femenina llegó a un 48,1%". Así, la entrada al trabajo también ha sido vital a la hora de postergar la maternidad.

En el Departamento de Ciclo Vital del Ministerio de Salud (Minsal) afirman que "desde la década de los 90, se constata en Chile una serie de transformaciones en el campo de la vida social y económica del país, cuyas consecuencias se observan en lo social. Las mujeres han aumentado su participación en el ámbito laboral y el acceso a la educación se ha ampliado. Así también la jefatura femenina de los hogares ha aumentado".

Para Carolina Pezoa, psicóloga de Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central, "esto también tiene que ver con los cambios en los temas de roles, desde la visión de pareja y también de proyecciones de la mujer en el mundo personal. Hasta años atrás, la única opción de la mujer era hacer familia, hoy día esa apuesta ha cambiado y se ha expandido".

Jimena Troncoso Osmer, directora del portal Facemama.com, sostiene que "antes, una mujer a los 50 años era abuela, ahora a los 50 puede estar reuniéndose con otras mamás en los colegios. Pero el problema está en que a esas edades todo es más peligroso por el estado reproductivo".

Riesgos

Entre mayor es la edad, más complicado puede ser el embarazo. Así lo afirman los especialistas de la medicina encargada del cuidado en las gestaciones.

"El riesgo principal es que no se embarace, ya que por un tema de fertilidad es mucho más difícil. Pero una vez que se pasa esa barrera, vienen los abortos espontáneos, ya que se mantienen estables hasta los 35 años, pero después van en aumento exponencial. Así,  en los 40 hay un 40% de abortos, y a los 42, un 50%", indica Guillermo Durruty, gineco-obstetra de Red de Salud UC Christus, y añade que "el mensaje más importante es que ojalá se puedan embarazar antes de los 40 años".

Además, explica que "si esto fuese fútbol, entre los 40 y los 42, es jugar los descuentos. El primer tiempo va de los 20 a los 30, ahí el cuerpo tiene toda su energía y  condición reproductiva funciona perfecto, y el segundo tiempo, de los 30 a los 40, a las mujeres empiezan a aparecerles enfermedades de los ovarios, del útero, metabólicas, y de los 40 a los 42, es la ventana de cierre reproductivo".

Por otra parte Marcelo González, jefe del Departamento de Ginecología de la Clínica Alemana, dice que aunque "a medida que va pasando el tiempo, las mujeres van adquiriendo enfermedades crónicas, producto de la edad", es necesario adaptarse a esta tendencia. "Es por eso que la obstetricia va cambiando hacia enfocarse en este nuevo grupo de mujeres, ya que a esa edad empiezan a aparecer complicaciones por estas patologías", agrega.

El especialista también dice que "los puntos para tener en cuenta son buena alimentación, dieta equilibrada, fierro y calcio, ejercicio y controles constantes para identificar todos estos factores de riesgo", y que hoy en día "ya no es tan dificultoso tener un hijo como lo era hace 20 o 15 años, además que la edad promedio es hoy cada vez más cercana a los 30 años".

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