Nueva Mayoría advierte costos electorales por crisis del gobierno
Dirigentes cuestionaron el conflicto desatado a poco más de dos meses de los comicios presidenciales y parlamentarios.
Un "movimiento telúrico menor". Así calificó ayer en la tarde el candidato presidencial Alejandro Guillier los cambios que realizó la Presidenta Michelle Bachelet luego de que Rodrigo Valdés y Luis Felipe Céspedes presentaran sus renuncias a los ministerios de Hacienda y de Economía, respectivamente.
Lejos de la impresión del candidato, internamente en el oficialismo sinceraban el "terremoto" que generó en la Nueva Mayoría la inédita salida del equipo económico -también dimitió el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco- a seis meses del término del gobierno y a dos meses y medio de las elecciones.
"Favorece en términos electorales la candidatura de (Sebastián) Piñera", afirmó el senador DC Ignacio Walker, sincerando uno de los temores en el bloque: que la Nueva Mayoría se generó un "autogol" en un minuto definitorio del partido.
Las cuentas del oficialismo apuntaban no solo al rédito para la derecha por la crisis en el gobierno, sino a que la crisis tuvo su origen precisamente en el área económica, un ámbito que en el piñerismo califican como una de las fortalezas del ex Mandatario.
"Espero que este sea el último error no forzado de mi gobierno", dijo el senador PPD Ricardo Lagos Weber, mientras que el presidente de su partido, Gonzalo Navarrete, señaló en Radio Cooperativa que "lo que más me preocupa de esta situación es que puede ser usada inadecuadamente para decir que a la centroizquierda no le interesa el crecimiento, cosa que no es así".
Consultado sobre si la situación puede afectar a Guillier, el ex alcalde respondió que "exactamente".
Más lapidario, el senador DC Jorge Pizarro advirtió derechamente: "Lamento que esta crisis que tiene el gobierno se dé en el peor momento, en época de elecciones (...). Ojalá este gobierno termine lo mejor posible. No se pueden pedir peras al olmo".
En los partidos oficialistas hacían hincapié también en la división interna que terminó por gatillar la crisis entre el ahora ex equipo económico del Ejecutivo y la Presidenta, y enfatizaron en las dificultades que el cambio de piezas en el gobierno pueda generar en el avance de la agenda.
En los últimos días, de hecho, el bloque prácticamente se dividió entre aquellos que respaldaron directamente a Valdés luego de que tomara distancia del rechazo del Comité de Ministros al proyecto Dominga, y aquellos que se cuadraron con Bachelet.
Mientras algunos acusan a Valdés de haber generado un "gallito" con la Presidenta y no cuadrarse con la máxima autoridad, otros apuntan a una falta de empoderamiento de Bachelet a sus ministros y de haber dejado al ex titular de Hacienda sin margen cuando le quitó el piso en el marco de la decisión de Dominga.
"Me cuesta mucho entender esto, quedando seis meses de gobierno y quedando el Presupuesto, (el proyecto de) pensiones. Todo esto hace mucho daño, cuesta entender que (Valdés) no haya medido las consecuencias, que esto no es un tema personal de él, tiene que ver con un conjunto de gente", sostuvo el senador PS Carlos Montes, uno de los personeros que mantuvieron contacto con Valdés.
El PC, en tanto, se cuadró con la Mandataria.
Desde la otra vereda -y al igual que otras figuras de su partido-, la candidata presidencial de la DC, Carolina Goic, reconoció la "preocupación muchas veces incomprendida" de los ministros con el "crecimiento" y dijo que los nuevos secretarios de Estado "ojalá puedan contar con el respaldo de la Presidenta".
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