Brangier: "El objetivo es ganar un partido"

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El capitán de la selección de seven que va a Las Vegas y Vancouver, hizo un análisis de la complicada realidad del deporte.




Mañana el equipo chileno de rugby seven emprenderá rumbo hacia Norteamérica. En Las Vegas y Vancouver Chile disputará el torneo del circuito HSBC World Seven Series.

Las últimas participaciones en esta competencia fueron en 2014 y 2016, en Hong Kong. De la mano de Felipe Brangier (28), el equipo chileno buscará conseguir un buen papel.

Allá en suelos norteamericanos, los jugadores se encontrarán con rivales que gozan de un semiprofesionalismo. "Creo que todo el equipo se toma como una motivación jugar contra estos jugadores, porque sabes que tienes que dar un 110%. No basta con el 100. Te hacen estar más concentrados pero la verdad es que no entramos a la cancha con la mentalidad caída", declara.

El ingeniero comercial agrega que "el trabajo, las cosas anexas al rugby son las que te complican, porque ya estás estresado y entrenas pensando en todo esto. Es difícil. Sabemos que son mejores, pero el seven tiene ese factor sorpresa que te puede decidir un partido en cualquier momento".

¿El objetivo? "Ganar un partido", responde Brangier. "Siendo realistas, las expectativas no son muchas, sólo pararnos de igual a igual con esos rivales".

El capitán hace tres años comenzó a trabajar en la compañía de seguros Security. Deporte y trabajo, mala combinación según Brangier.

"Piensa que me saco la cresta entrenando en la mañana y en la tarde. Pero mi único descanso es en la pega frente a un escritorio, estresado y pensando mil cosas. Después, cuando entreno no quiero escuchar a nadie ni recibir órdenes. Pero hay que estar concentrado porque uno tiene que mostrar el ejemplo a los más chicos y es la realidad que uno tiene", explica.

Es esa mezcla de estrés que para un deportista de alto rendimiento termina frustrando sueños. Es ese aspecto clave donde un deportista profesional saca ventaja. "Un jugador 'pro' tiene horas y calidad de descanso. Y en esos momentos ellos le dedican tiempo al estudio del juego y a las destrezas. No es que los profesionales entrenen seis o siete horas al día toda la semana. Sólo que tienen mejores barreras de contención para dedicarse al tema. Les dicen cuándo y cuánto dormir. Tienen toda una estructura que acá nosotros no tenemos", explica.

Un tema que preocupa en el al interior del mundo rugby es el recambio de jugadores. Al respecto se muestra optimista y asegura que existen jugadores pero que al momento de dar el paso al profesionalismo, los estudios en su mayoría se imponen.

"La mayoría de jugadores de rugby se caen y es lógico por temas de estudios. Siempre pasa entre los 18 y 19 años. En realidad Chile tiene muy buenos jugadores. Tú vas al colegio, por ejemplo, Craighouse y ves cabros de 16 o 17 años que tienen físicos privilegiados. Pero después entran a la universidad y empiezan las dudas. El que sigue entrenando para ser profesional empieza a ver que los amigos están carreteando y haciendo otras cosas, entonces se preguntan porqué ellos están en el paseo del ombligo y yo entrenando. Entonces comienzan las dudas. Además que las universidades no dan ninguna garantía para que uno haga ambas cosas. Las universidades son el cementerio no sólo del rugby, sino que del deporte chileno", comenta el rugbista.

Por ello el capitán está consciente de la realidad del rugby chileno y sólo pide un triunfo en el circuito internacional.

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