Ofertón "indie" de fin de año: una batalla sexual y un desastre de cineasta
Los creadores de Little Miss Sunshine retornan con La batalla de los sexos, que se estrena hoy. La próxima semana llegan dos francesas y hacia fin de mes la premiada The disaster artist, de James Franco.
En septiembre de 1973, mientras en Chile había un Golpe de Estado y en Washington comenzaban las audiencias por el caso Watergate, hubo en la práctica un sólo gran evento que concentró la atención de la mayoría en EEUU. Se trató de la llamada "batalla de los sexos", un largamente publicitado partido de tenis entre Billie Jean King, la tenista número 1 del momento, y Bobby Riggs, un vejete bravucón, ex campeón mundial y autodenominado "cerdo machista."
King tenía entonces 29 años y había triunfado repetidamente en los cuatro torneos grand slam del mundo. Riggs, semiretirado, ya iba en los 55 y desafió a King a jugar el match sólo para demostrarle que los hombres eran superiores a las mujeres en el deporte y, por añadidura, en la vida.
Este hecho, de inusual trascendencia mediática y sociológica, es la carne y el músculo de La batalla de los sexos, película que tomó prestado el nombre de los acontecimientos retratados y que hoy entra a salas chilenas. Protagonizada por Emma Stone en el rol de Billie Jean King y Steve Carell como Bobby Riggs, La batalla de los sexos alcanzó un nivel considerable de buenas críticas desde su estreno en el último Festival de Toronto. Sus realizadores, Jonathan Dayton y Valerie Faris, se dieron a conocer en 2006 con Little Miss Sunshine, celebrada road movie sobre una atribulada familia del Medio Oeste que en su momento fue el alfa y omega del cine independiente estadounidense.
Faris y Dayton se toman tiempo para cada proyecto y hasta la fecha sólo llevan tres cintas, todas con predilección por aquellos personajes que en inglés se suelen llamar "underdog". Es decir, los que tiene todas las de perder. En La batalla de los sexos, el "underdog" puede ser Billie Jean King o Bobby Rigs: a ella la pueden traicionar los nervios, y a él la edad.
La película de Fox Searchlight (la división independiente de Fox) es un gran retrato de época, pero también un original round de dos personajes reales llenos de dudas y debilidades. Ni Billie Jean es tan perfecta, ni Riggs es tan "cerdo". La película, además, incorpora una evidente agenda social al contar el caso de King, figura del feminismo en los 70 y primera atleta de relieve en asumir públicamente su lesbianismo.
Franceses de choque
El retorno del cine de Faris y Dayton a las pantallas chilenas es uno de los eslabones de la cadena de estrenos independientes y europeos que estarán en salas este mes, donde desde el próximo miércoles habrá un blockbuster de alto impacto: Star Wars, los últimos jedi.
La semana próxima también llegan dos filmes franceses de diverso origen: la comedia La fiesta de la vida (2017) y el drama Tiempo de revelaciones (2015). El primero es un ejemplo de aquella comedia gala con apetito de alta taquilla, en este caso de los mismos directores de Intocables (2011), la segunda cinta francesa que más público ha llevado a salas. Ahora, Olivier Nakache y Eric Toledano relatan los entuertos de un equipo de catering durante una boda en un castillo del siglo XVII. Se estrenó en octubre en Francia y ha recaudado 22 millones y medio de dólares.
Tiempo de revelaciones (2015), de Catherine Corsini, está hecha para los festivales y su fama la precede: ganó el premio del público en el Festival de Locarno. Aquí Cécile de France e Izïa Higelin son dos amantes en 1971, cuando las causas por las minorías sexuales recién despertaban.
El 21 de diciembre, en tanto, se estrena The disaster artist, considerada la mejor película como director del actor James Franco. El protagonista de Superfumados (2008) tiene en rigor 14 películas como realizador entre largos y cortos. La calidad ha sido variable, pero la constancia no da tregua, con filmes cada dos años al menos. En The disaster artist, considerada una de las 10 mejores del año por el National Board of Review, Franco se reserva además el rol del realizador Tommy Wiseau, cineasta de culto con inclinaciones mitómanas y responsable de The room (2003), considerada una de las peores cintas de la historia según la crítica de EEUU. The room se basó en la propia novela de 540 páginas de Wiseau y cuenta un triángulo amoroso que involucra a su pareja y su mejor amigo. Lo que hizo Franco fue llevar a la pantalla los esfuerzos de este Ed Wood de nuestros días para dirigir su largometraje, totalmente autofinanciado.
Durante diciembre, con fecha por confirmar aún, se estrenará Paraíso, el retorno del cineasta ruso Andrei Konchalovsky (Los amantes de María). La producción ganó el premio a Mejor director en Venecia 2016 y su historia describe episodios de la Segunda Guerra Mundial desde tres perspectivas.
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