Pacto pondría fin a beneficios migratorios para cubanos en EE.UU.

Después de un año de conversaciones secretas, una delegación norteamericana, encabezada por la secretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, llegará el miércoles a La Habana para comenzar a discutir el proceso para normalizar las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba. Será todo un hito.

Y uno de los puntos que podría estar sobre la mesa de negociaciones, aparte del establecimiento de embajadas y el levantamiento del embargo, es la modificación del estatus especial del que gozan los isleños que, sin necesidad de visa, pueden obtener la residencia (después de un año de permanencia) y luego la ciudadanía estadounidense (tras otros cinco años).

La Ley de Ajuste Cubano, vigente desde 1966, evidentemente está en el objetivo de las autoridades de la isla, ya que esa iniciativa -fruto de los años de la Guerra Fría y que concedió a los cubanos ventajas únicas en EE.UU. sobre cualquier otro grupo de inmigrantes- ha alentado a buena parte de la población de la isla a buscar la forma de llegar como sea a la potencia del norte.

Precisamente con el fin de desalentar la migración masiva por mar, Estados Unidos estableció en 1995 la llamada política de "pies secos, pies mojados", que permite quedarse automáticamente a los cubanos que pisan suelo estadounidense, pero aquellos que son detenidos en el mar pueden ser repatriados.

Funcionarios estadounidense, citados por la agencia The Associated Press, han asegurado que no hay planes inmediatos de cambiar las leyes o políticas de inmigración. Pero desde el 17 de diciembre, cuando Raúl Castro y Barack Obama anunciaron el fin de las cinco décadas de enfrentamiento, es una discusión generalizada entre los cubanos sobre cuánto durará el actual estatus del que gozan en Estados Unidos.

De hecho, en el bando republicano no hay una opinión cerrada sobre este tema. El senador Marco Rubio, de origen cubano y que se ha mostrado como un ferviente enemigo del cambio de política de Washington hacia la isla, está a favor de modificar la Ley de Ajuste, porque no quiere que los inmigrantes cubanos que se benefician de esa iniciativa puedan volver a Cuba, pese a afirmar que huyeron de ahí. "Un año y medio después de llegar, después de que adquieren la residencia en Estados Unidos, estas personas están viajando a Cuba 15 o 20 veces al año", destacó citado por el diario El Nuevo Herald.

"Me parece que la Ley de Ajuste Cubano todavía no hace falta modificarla, y en muchos sentidos tiene suficientes maneras de ser interpretada, con lo que todavía puede limitarse y aplicarse, de tal forma que no creo que sea algo que se interponga en la relación" que se está estableciendo entre La Habana y Washington, dijo a La Tercera el ex congresista demócrata por Florida Joe García.

Inmigrantes cubanos recién llegados a Miami y entrevistados por el Herald en una oficina de las agencias que colaboran en la adaptación de nuevos residentes, aseguraron que muchas personas en la isla están planeando salir en embarcaciones y cruzar el estrecho de Florida y llegar a Estados Unidos ante la creencia generalizada de que la Ley de Ajuste Cubano y la política de pies secos/pies mojados tienen fecha de defunción a la luz del cambio de política.

"Muchas más personas van a tratar de venir a Estados Unidos desde Cuba, por el temor general de que pronto la puerta de entrada se cerrará", dijo Yoandri Usatorres Cutiño, quien llegó a Miami el 2 de enero, un día después de cruzar la frontera mexicana en Laredo.

La prueba de eso es que ha habido un aumento en los intentos de los balseros cubanos por alcanzar la costa estadounidense. Así, según la Guardia Costera en Miami, si entre el 1 y 16 de diciembre 132 balseros de la isla fueron interceptados, avistados en el mar o llegaron a las playas del sur de Florida, entre el 17 de diciembre y el 1 de enero, ese número se disparó a 421. Además, ha aumentado la cifra de cubanos que han sido repatriados: el 5 de enero fueron devueltos a Cuba 121 personas, una de las repatriaciones más numerosas de los últimos tiempos.