Papa advierte al Consejo económico que el camino de reformas "no será simple"
Al mismo tiempo el Pontífice recordó que la creación de este grupo es una señal de que la Iglesia "es consciente" de la responsabilidad que tiene de tutelar y gestionar con atención sus propios bienes.
El Papa Francisco pidió hoy "coraje y determinación" a los cardenales que conforman el Consejo para la Economía del Vaticano y les advirtió que "el recorrido" de este proceso reformista "no será sencillo".
"Este es un reto notable que requiere fidelidad y prudencia. El recorrido no será fácil y para emprenderlo se necesita coraje y determinación. El Consejo para la Economía tiene un papel importante en el proceso de reformas", señaló el Pontífice.
Lo hizo en su saludo a los cardenales y laicos que componen este organismo, que fue creado por Bergoglio el pasado 24 de febrero y que se reúne por primera vez durante este viernes, para estudiar sus propios estatutos y redactar la previsión de su programa de trabajo.
El Papa comenzó su alocución dando las gracias de antemano a los 15 miembros del consejo por el trabajo que llevarán a cabo, una labor "necesaria" para la Iglesia.
Asimismo, el Papa Francisco recordó que la creación de esta comisión económica es una señal de que la Iglesia Católica "es consciente" de la responsabilidad que tiene de tutelar y gestionar con atención sus propios bienes.
"No debemos salirnos de este camino. Transparencia, eficiencia... Todo con este objetivo. Todo por esto", subrayó.
El obispo de Roma, además, explicó que la composición de este consejo representa a la Iglesia.
"El Consejo representa a la Iglesia universal: ocho cardenales y siete laicos procedentes de diversas partes del mundo y que contribuyen, con su experiencia, al bien de la Iglesia y de su particular misión (evangelizadora)", destacó el papa.
Asimismo recordó que los laicos son "miembros de pleno derecho" de este nuevo Consejo y que "no son miembros de segunda" clase.
Este organismo fue creado por Francisco mediante un "Motu propio" (documento papal) titulado "Fidelis dispensator et prudens" (Administrador fiel y prudente) el pasado 24 de febrero y tiene la misión de gestionar todas las actividades económicas y administrativas de la sede papal y del Estado del Vaticano.
Mediante este decreto se creó, además, una secretaría económica dirigida por el arzobispo de Sidney, George Pell.
De los ocho purpurados que componen esta comisión destacan el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani Thorne, y el arzobispo de Ciudad de México, Norberto Rivera Carrera.
También lo integran el arzobispo de Múnich, Reinhard Marx; el de Galveston-Houston (EEUU), Daniel Di Nardo; el de Durban (Sudáfrica), Wilfrid Fox Napier; el de Burdeos (Francia), Jean-Pierre Ricard; el de Hong Kong, John Tong Hon y el vicario general del papa en Roma, Agostino Vallini.
Los laicos son el maltés Joseph Zahra, el francés Jean-Baptiste de Franssu, el canadiense John Kyle, el alemán Jochen Messemer, el italiano Francesco Vermiglio, George Yeo, de Singapur y el español Enrique Llano Cueto.
Los integrantes del consejo, que se reunió hoy por vez primera, permanecerán en el cargo cinco años y en este tiempo se ocuparán de redactar directivas que tiene que cumplir la Secretaría para la Economía.
Además se reunirá "periódicamente para preparar o analizar informes sobre las actividades económicas de la Santa Sede".
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