Paul Anka: "Lo que hizo Michael Jackson no estuvo bien, pero ya lo he perdonado"




Paul Anka (68) estaba desencajado. Fue un despertar difícil de masticar. Lo tuvo que repasar varias veces. Comenzó a cuadrar recuerdos, a escarbar en lo más lejano de su memoria. "Eso fue este lunes a primera hora", completa el cantante ante la polémica que lo devolvió a los titulares: This is it, el tema póstumo de Michael Jackson estrenado ese mismo día, es una vieja composición escrita por el canadiense y el fallecido artista. Además, en 1991 fue grabada por la puertorriqueña Safire, aunque apenas pasó como una mención recóndita en las listas de música negra.

O sea, no era ni inédita ni era del propio Jacko, como se había publicitado. "Nadie me avisó que lanzarían ese tema. Lo escuché y ahí me sonó como esa canción que trabajé con Michael. Pero es una historia increíble que tenía olvidada… Hasta la mañana de ese lunes", relata el más prolífico de los ídolos carilindos de los 60, al teléfono desde California.

Una historia casi muerta que data de 1983, cuando el hombre de Diana invitó al estadounidense a su hogar para participar en el álbum de duetos Walk a fine line. Ahí ambos escribieron el tema, aunque con otro título: I never heard. Pero Jackson, un obsesivo del estudio, no quedó conforme y se negó a grabar la canción de manera oficial. Días después, envió a uno de sus secretarios a rescatar los demos, sin permiso del crooner.

"No le gustó como sonaba", acota Anka. Luego profundiza: "Era una balada al piano, ideal para un hombre sensible como él. Me buscó durante esos años para armar ese tipo de melodías, cuando estaba con Thriller. Pero lo que más me dolió fue que haya tomado las grabaciones sin mi permiso. Cuando me di cuenta, lo llamé y le solicité que las devolviera. Le dije que eso era ilegal, que podía venir un juicio. No quiero hablar de enemistad. Quiero quedarme con la sensación de que fue un error. No estuvo bien lo que hizo, pero ya lo he perdonado y está todo arreglado".

Ambos volvieron a palmotearse la espalda un par de años después, cuando el rey del pop le regresó las maquetas. "Ya era un hombre más adulto, con un aspecto distinto. Se disculpó y no hubo problema, aunque se debe haber quedado con alguna copia", recuerda Anka.

Los culpables hoy son otros: el sello Sony y los albaceas del patrimonio de su fallecido camarada, que no lo incluyeron en el crédito del tema lanzado esta semana. "Cuando se me aclaró la historia, los llamé para preguntarles qué había pasado. Ahí solucionamos todo y me quedaré con el 50% de las regalías. Ellos también supieron disculparse", comenta ante la canción que integra el documental de ensayos para el frustrado retorno de Jackson.

"No estoy seguro que lo vaya a ver, me intentaré hacer el tiempo", asegura. ¿Y qué opina de This is it, canción que ha sido destrozada por la crítica: "Está bien, la producción es buena y la voz suena cálida". Es que Anka asegura que su aprecio por Jackson sigue intacto y escapa a la contingencia: la trama de This is it revela un lazo paternal casi desconocido con el hombre de Billie Jean. "Para mí siempre será un niño", repite, en un concepto que se ajusta a sus recuerdos: el artista conoció a la dinastía Jackson en los 70, mientras actuaba en Las Vegas.  "Ahí llegaron y quedé fascinado con Michael. Era un niño curioso. Con el tiempo me convertí en su guía, en un mentor que le daba consejos", confiesa.

Luego remata: "Su figura se ha revitalizado en mí tras su muerte. No puedo dejar de repetir que fue un gran artista, pero también un niño. Por eso, revivir toda esta historia en la mañana de ese lunes fue absolutamente increíble".

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