Película turca sobre la crisis de la pareja gana el Festival de Cannes
La cinta Winter Sleep, de Nuri Bilge Ceylan, obtuvo la Palma de Oro en el mayor festival del mundo.
Se instaló como una de las favoritas desde su exhibición al inicio del festival, hace una semana y dos días. Pasaron muchas películas bajo el puente y varias de ellas podrían haber agarrado un caprichoso vuelo que le arrebatara el premio a última hora. Como Mommy, del niño maravilla canadiense Xavier Dolan o Leviathan del gran ruso Andrey Zvyagintsev. O, incluso, como Adieu au langage del venerado Jean Luc-Godard. Sin embargo, la imagen del solitario y barbudo Aydin caminando por las rocosas superficies de Anatolia no se olvidaron . Tampoco su engañosa sabiduría, desmentida por un matrimonio terminal y una hermana que lo desprecia. La película de este héroe fallido ganó la partida en Cannes 2014 y se llevó la Palma de Oro a la Mejor Película. Winter sleep no era una clara favorita, como si lo fueron Amour y La vida de Adèle en las dos últimas ediciones, pero sí una cinta de gran ambición. También fue el reflejo de una competencia bastante valiosa, donde las caídas fueron mínimas y las alturas se sucedieron con armonía.
Aunque el largometraje de Nuri Bilge Ceylan no tiene connotaciones políticas explícitas, el director hizo alusión a la situación de Turquía al agradecer la Palma de Oro, que le fue entregada por la presidenta del jurado Jane Campion, tras la previa presentación de Quentin Tarantino y Uma Thurman. "Quiero dedicar este premio a la juventud turca, a todos quienes han perdido su vida en los últimos años en las revueltas", dijo el realizador, que la semana pasada mostró un riguroso luto junto al elenco de la cinta por las más 300 víctimas fatales en un accidente minero en Turquía. "Mi filme trata del empecinamiento de los hombres a seguir esforzándose sin jamás bajar los brazos y pese a la soledad, la tristeza y los acontecimientos tragicómicos que los llevan a su destino", agregó.
Winter sleep es la quinta película que Ceylan presenta en el Festival de Cannes, donde antes ganó dos veces el Gran Premio del Jurado con Distante (2002) y Erase una vez en Anatolia (2011): es decir, Cannes le debe tanto a Ceylan como él a Cannes, que desde que mostró su primer corto en 1995 lo ha hecho uno de sus alumnos predilectos. Película profundamente teatral y con ecos de mucha literatura rusa (desde Chéjov a Tolstoi), Winter sleep remite desde su título (Sueño de invierno) a la influencia de Ingmar Bergman, una de cuyas obras cumbres es Luz de invierno. La historia es la de un gran ególatra llamado Aydin, un actor empecinado en llevar vida de anacoreta en la bella y apartada región de Capadocia en el centro de Turquía. En ese arrebato de aislamiento arrastra consigo a sus seres cercanos, su hermana y su esposa. Las hiere y las humilla, sin darse demasiado cuenta que su superioridad intelectual es su propia miseria. Winter sleep es además una tragedia sobre la imposibilidad de vivir en pareja
Los premios de Cannes 2014 se distribuyeron con relativa justicia, aunque asombró el nulo reconocimiento a las cintas de los hermanos Dardenne y Abderrahmane Sissako, dos trabajos que merecían reconocimiento. También sorprendió que el segundo galardón en importancia, el Gran Premio del Jurado, fuera para Le meraviglie de la italiana Alice Rohrwacher. A pesar de contar con sensibilidad una historia de cuatro hermanas en la Italia rural, la obra nunca entró entre las favoritas y, si de premiar a mujeres se trataba, más posibilidades tenía Still the water, obra de Naomi Kawase que tampoco obtuvo laurel alguno.
Uno de los reconocimientos más curiosos fue el Premio del Jurado, algo así como el tercer lugar de Cannes, compartido entre Mommy de Xavier Dolan y Adieu au langage de Jean-Luc Godard. La primera es una frenética cinta sobre una corajuda madre y su adolescente hijo con trastorno bipolar, dirigida por un cineasta de 25 años. La segunda es la última reflexión sobre la incomunicación del maestro franco-suizo de 83 años. Mientras Dolan se extendió en su discurso por varios minutos y dijo que había hecho la película "por amor y para ser amado", el productor Alain Sarde recibió el premio en nombre de Godard, que no vino a Cannes . Nunca premiado con la Palma de Oro, el influyente Godard se tuvo que contentar esta vez con un reconocimiento compartido con quien podría ser su nieto.
Otra de las sorpresas fue Mejor Director, que recayó en el estadounidense Bennett Miller por Foxcatcher, solvente producción donde lo mejor era la caracterización de Steve Carell como un millonario esquizofrénico. El estadounidense perdió su gran oportunidad ante el justo premio a Mejor Actor para Timothy Spall, una fuerza de la naturaleza en su poderosa interpretación del pintor William Turner en Mr. Turner de Mike Leigh.
En otro terreno muy disputado y donde la Palma podría perfectamente haber recaído en Kristen Stewart por Clouds of Sils Maria de Olivier Assayas o Marion Cotillard por Deux jours, une nuit de los Dardenne, Julianne Moore obtuvo Mejor Actriz por Maps to the stars. Su interpretación es simplemente feroz como una actriz en busca de un rol en el largometraje de Cronenberg. Y a propósito del cineasta canadiense, Cannes 2014 fue otro festival más en que el autor de Mortalmente parecidos perdió la posibilidad de una Palma de Oro.
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