Pesó la experiencia: el regreso de Felipe Larraín a Teatinos 120
Su experiencia con el Congreso habría sido el gatillante para su retorno a Hacienda. El ex ministro fue el elegido, en desmedro de Rodrigo Vergara.
Exactos cuatro años duró la gestión de Felipe Larraín a la cabeza del Ministerio de Hacienda en la primera administración del Presidente Sebastián Piñera (entre marzo de 2010 y marzo de 2014), mismo lapso que durará su período fuera del Ejecutivo.
Esto luego de que el Presidente electo lo escogiera nuevamente para liderar la cartera ubicada en Teatinos 120, en un anuncio que realizará hoy durante la mañana.
Decisión que no habría sido nada de sencilla para el futuro mandatario, ya que para ese mismo cargo sonaba con fuerza el nombre de otro destacado economista: el del ex presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara. También se mencionó como candidato a este puesto al ex ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine.
De acuerdo a fuentes cercanas al piñerismo, la balanza se habría cargado hacia Larraín precisamente por su experiencia como jefe de la billetera fiscal, lo que implica una mayor capacidad de "manejo" político respecto al resto, considerando además un Congreso bastante transversal.
En este sentido, la experiencia de Larraín es evidente, ya que en su período logró buena disposición desde el Parlamento en diversas iniciativas, como para el Sistema de Protección de Precios de los Combustibles, los reajustes del sector público, y la aprobación del Presupuesto.
Uno de los más críticos
El economista y actual director de Clapes UC, fue uno de los más críticos respecto del manejo económico del gobierno de Michelle Bachelet, apuntando sus dardos principalmente a la reforma tributaria, incluso desde antes de dejar el cargo, cuando la reforma estaba anunciada.
"Lo he dicho responsablemente, yo llevo cerca de 30 años trabajando, he asesorado a casi 20 gobiernos en América Latina, y tuve el honor de ser el ministro de Hacienda de Chile, y yo no he visto una peor reforma que ésta en 30 años de vida profesional", dijo en marzo de 2016.
Así, los términos "frenazo", "mediocridad" e incluso "vergüenza" fueron parte de sus conceptos para referirse al desempeño económico de los últimos años.
Esto además, incluyendo fuertes disputas o debates con 'colegas' como José De Gregorio (Larraín le dijo que el 70% de la desaceleración era made in Chile), el ex titular de Hacienda Rodrigo Valdés (Larraín acusó de "volador de luces" sus críticas al gobierno de Piñera) y el actual secretario de Estado, Nicolás Eyzaguirre (a quien respondió que el bajo crecimiento es una vergüenza).
Recuperar la inversión
"Si somos gobierno, en dos a tres años podemos revertir baja en clasificación de riesgo", comprometió Larraín en entrevista con La Tercera en agosto del año pasado.
Y es que justamente de acuerdo a lo que espera el mercado (ver nota página 12) la recuperación de la inversión y del crecimiento de la economía chilena sería uno de sus principales desafíos al mando de las finanzas públicas del país.
Asimismo, deberá liderar los cambios al sistema tributario mencionados en campaña (como la reintegración del sistema y una eventual baja en la tasa corporativa de impuestos) y modificaciones a la reforma laboral.
Con todo, en agosto de 2017 proyectó que para este año "es posible un crecimiento de 3% a 3,5% y para los cuatro años hemos planteado una expansión promedio entre 3,5% y 4%".
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