Pizzi cuida el dolor de Alexis

Hasta Claudio Bravo bajó del bus para participar del entrenamiento vespertino de la Selección. Pero faltaba uno y no uno cualquiera: era Alexis Sánchez, quien el miércoles se retiró del entrenamiento adolorido por un golpe en el tobillo derecho. Obviamente, las alarmas se encendieron de inmediato. Perder a otro titularísimo, como ya se perdió al arquero, sería un golpe muy duro.

Si bien no hubo comunicado como fue en el caso de Bravo, desde el interior de la Roja llamaron a la calma: "Hoy (ayer) no fue a entrenar sólo por precaución", explicó un miembro de la delegación nacional. De hecho, ni siquiera ha sido necesario someter al Niño Maravilla a exámenes más profundos. Sufre una contractura producto del accidente que sufrió el miércoles, pero su presencia ante Camerún está confirmada.

Ayer, pasado el mediodía, se desató un diluvio en la capital de Rusia, por lo que la cancha del FC Strogino podía ser un real peligro para situaciones como la que tiene Alexis. Por lo mismo, el entrenador decidió dejarlo en el hotel, trabajando en el gimnasio (uno de los lugares que más ha visitado el ariete del Arsenal durante los días de concentración), para que no pierda ritmo de competencia.

Lo bueno, como ya está dicho, es que Bravo entrenó en la cancha. Eso sí, no se le forzó mucho, para que no sufra otro retroceso en la recuperación de su desgarro de un centímetro en el gemelo de la pierna izquierda. Pero a los ejercicios respondió bien. El capitán está descartado para mañana y ahora lo único que importa es no perderlo por toda la Copa.