Premier de Escocia anuncia dimisión, pero afirma que "el sueño nunca morirá"

Líder independentista, Alex Salmond, asume costo político de la derrota en el referendo, pero asegura que la campaña continúa.




En medio del desconsuelo de sus seguidores y procesando aún la derrota de los independentistas en el referendo celebrado el jueves, el primer ministro de Escocia y líder del Partido Nacional Escocés (SNP), Alex Salmond, anunció ayer que en noviembre próximo -durante la convención que realizará la colectividad que encabeza- rechazará la nominación para continuar presidiendo el partido, renunciando a su vez como primer ministro. Uno de los nombres que suena para sucederlo es la número dos en el partido y en el gobierno, la viceministra Nicola Sturgeon.

Se trata de la primera repercusión provocada por los resultados de la consulta, en que el 55, 3% de los escoceses optó por mantenerse unido a Gran Bretaña versus el 44,7% que sufragó a favor de la secesión. Justificando su determinación, Salmond informó en un comunicado de prensa que "para mí el tiempo casi se ha acabado, pero para Escocia la campaña continúa y el sueño nunca morirá". También aseguró que no bajarán los brazos.

Sus palabras se refieren a la nueva etapa que se inicia en Reino Unido tras el referendo, ya que luego del triunfo alcanzado por los unionistas, ahora comenzará el debate por la devolución de poderes y más autonomía que prometió el gobierno de Gran Bretaña al Parlamento de Edimburgo durante la campaña electoral, como parte de las promesas para evitar la emancipación de Escocia.

Compromisos que el premier británico, David Cameron, reafirmó ayer al referirse a los resultados de la histórica consulta. En la residencia de Downing Street, el jefe de gobierno afirmó "haber escuchado la voz de los escoceses", "que esas promesas serán honradas en su totalidad" y "que llegó la hora de que las cuatro naciones de Reino Unido se unan para trabajar juntas". Era tal la satisfacción del líder conservador británico por el triunfo del No, que incluso fue más allá al afirmar que esos beneficios también se van a equipar a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, consignó ANSA.

Para concretar este proceso de entrega de poderes a Escocia, el premier británico nombró a lord Robert Smith -quien encabezó la organización de los recientes Juegos del Commonwealth, en Glasgow-, como el responsable de esa labor, para lo cual deberá aprobarse una ley que será presentada en noviembre al Parlamento, y que Cameron espera sea despachada en enero de 2015. Este triunfo es, además, un buen apronte para Cameron, considerando que en mayo del próximo año deberá enfrentar elecciones generales en Reino Unido,

Los principales líderes mundiales expresaron su posición frente a los resultados del referendo en Escocia. Uno de los primeros en reaccionar fue el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien en un comunicado felicitó a los escoceses por esta muestra de ejercicio democrático y enfatizó que "deseamos continuar nuestra fuerte y especial relación con Gran Bretaña e Irlanda del Norte, mientras encaramos los desafíos a los que nos enfrenta el mundo". A su vez, la canciller alemana Angela Merkel se mostró satisfecha por el triunfo del No, y deslizó la posibilidad de "repercusiones indirectas" del referendo sobre otros movimientos independientes en Europa. En este sentido, el presidente catalán, Artur Mas, también se refirió a la consulta en Escocia, y lejos de mostrarse decepcionado, dijo que "seguimos adelante reforzados por esta lección de democracia".

En paralelo a los alcances políticos del referendo, hubo efectos en el sistema financiero en Reino Unido, pues la libra esterlina trepó en relación con el dólar y el euro, mientras que el Royal Bank of Scotland y el Lloyds Bank prometieron que mantendrán sus sedes centrales en Escocia.

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