Presidente Obama y ex mandatarios despiden a Edward Kennedy
Los restos mortales del senador demócrata Edward Kennedy llegaron a una emblemática iglesia católica en Boston, donde el Presidente de EE.UU., Barack Obama, entre otros dignatarios, participan en una misa fúnebre.
El ataúd cerrado y cubierto con la bandera estadounidense fue recibido con música ceremonial tras su traslado, en medio de fuertes medidas de seguridad, desde la Biblioteca Presidencial JFK, donde permaneció desde el miércoles, hasta el sector de Mission Hill en Boston (Massachusetts).
Imágenes de televisión mostraban cómo, bajo una fuerte llovizna, la caravana de limusinas y todoterrenos, precedida por el coche fúnebre, fue recibida con el toque de campanas, aplausos y custodiada por decenas de agentes policiales.
La misa, que durará aproximadamente dos horas, contará con la asistencia de unos 1.500 invitados, entre éstos los ex Presidentes Jimmy Carter, Bill Clinton y George W. Bush, además de decenas de líderes de ambas cámaras del Congreso de EE.UU., y varios ex senadores.
Obama, el primer Presidente negro de EE.UU., hará un panegírico y será el único interviniente que no pertenece al clan Kennedy.
Horas antes, el mandatario se reunió en privado, durante diez minutos, con la viuda del senador, Vicki, según informó el portavoz de la Casa Blanca, Bill Burton.
Según la lista distribuida por la Casa Blanca, entre los invitados también figuran miembros del Gabinete presidencial, los ex vicepresidentes, el demócrata Al Gore y el republicano Dan Quayle, gobernadores, alcaldes, y figuras de los principales medios de comunicación de Estados Unidos.
También aparecen artistas como el tenor madrileño Plácido Domingo, que cantará en la llamada "Misa de la Resurrección" acompañado del violonchelista estadounidenses YoYo Ma, Lauren Bacall, Tony Bennett, Jack Nicholson, Brian Stokes Mitchell y Bill Russell.
La Basílica, ubicada en Roxbury, en el sector de Mission Hill, reúne hoy a amigos y rivales de Kennedy y encierra mucho simbolismo para el difunto, que practicaba el catolicismo.
Fue en esa iglesia, situada en un barrio de amplia diversidad cultural y con fuerte presencia de minorías negra e hispana, a donde Kennedy acudía a rezar cuando su hija Kara fue diagnosticada con cáncer del pulmón, que logró superar.
Kennedy falleció la noche del martes a la edad de 77 años tras una lucha de 15 meses contra un cáncer cerebral, y desde entonces decenas de miles de personas dentro y fuera de EE.UU., tanto figuras políticas como gente de a pie, le han rendido tributo.
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