Presunto autor de cartas con amenazas confiesa haber enviado misivas a 32 familias
"Me he enterado a través de la prensa que se han estampado sendas denuncias relativas a cartas con amenazas, en que se les solicita a los afectados la suma de dos millones de pesos, a cambio de no ser blanco de supuestos atentados en su contra, o de sus familiares cercanos. Quisiera, por intermedio de esta carta, declararme culpable, pues, soy el autor intelectual y el único responsable de estos intentos de estafa".
De esta forma comienza una misiva del presunto autor de las cartas de amenazas que han llegado a 15 domicilios del sector oriente de Santiago, desde hace dos semanas. El autor de la carta envió el documento a la oficina del vocero de la Fiscalía Oriente, Mario Schilling. En el escrito, indica que envió 32 cartas y que se siente arrepentido por los hechos.
La Tercera tuvo acceso a este documento, en que el autor señala que "no soy un delincuente. Es la primera vez que incurro en actos al margen de la ley y la moral. Me siento miserable, pues he podido darme cuenta del miedo, la angustia y preocupación, que este tipo de actos provocan en las víctimas". El autor, que aún no es identificado, indica que todo "fue un burdo invento para conseguir dinero; que no hay ningún grupo organizado detrás de estas extorsiones". Justifica las cartas indicando que el dinero era "para disponer de fondos para costear una operación urgente".
El texto, además, revela el método que se habría usado para enviar las misivas: el autor dice que buscó en las guías de teléfono a 32 personas que tuvieran números del sector oriente. Redactó la carta y acudió a almacenes pequeños a comprar hojas, sobres, pegamentos y guantes de látex. Agrega que después pidió a personas desconocidas que le compraran las estampillas y que durante los días 26 y 27 de agosto acudió a una oficina de correos y solicitó a "palos blancos" que depositaran las misivas. "Después me dispuse a esperar que llegara el 13 de septiembre, fecha en que debían traer el dinero en los tarros de bebidas" a un sitio eriazo de San Bernardo.
El autor de la misiva indica que no existe ningún grupo subversivo o terrorista detrás de estas cartas. "Quise aprovechar la coyuntura que se ha formado, a propósito de los diversos atentados con bombas de ruido, que han perpetrado agrupaciones de tendencia anarquista. Por eso incluí frases en las que se alude a reivindicaciones sociales".
El extorsionador, quien se presume es un profesional, indica que "el día miércoles 2 del presente mes, vi los noticieros de distintos canales de televisión. En ellos se daba cuenta de un nuevo método de estafa: el mío. No dormí durante toda la noche".
La carta termina: "Soy un miserable, y si la justicia de los hombres no logra alcanzarme, la de Dios será imposible eludir. Ahora yo soy la víctima de mis propias y graves equivocaciones".
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