Providencia: policías encubiertos desbaratan prostitución en edificios

Con el uso de estrategias de inteligencia y agentes encubiertos, los carabineros de la 19a. comisaría de Providencia están interviniendo los edificios para desbaratar prostíbulos clandestinos denunciados por los vecinos en al menos 150 condominios de esa comuna. "Decidimos intervenir esos departamentos y que nuestros carabineros de civil se caracterizaran como conserjes en todos los inmuebles denunciados", explica el comandante de esa comisaría, David Rubio. Agrega que a raíz de la calidad de la información entregada por la comunidad, fue posible generar este operativo -aún en desarrollo- que ha permitido tener efectivos en más de ocho edificios y ponerle fin al comercio sexual clandestino en 40 departamentos.

Hoy estos inmuebles están desocupados, liberando a los vecinos de cada edificio de las incivilidades asociadas a la prostitución. Como efecto dominó, otros departamentos arrendados para el comercio sexual han sido abandonados rápidamente ante la inminencia de redadas. Varios ocupantes, trabajadoras sexuales y proxenetas han sido vistos con maletas, subiéndose a taxis para abandonarlos prontamente.

En los operativos, "el policía-conserje" controla la identidad de los eventuales clientes en el hall de acceso, con personal de refuerzo que es llamado en el momento, y luego se contacta con el departamento en cuestión para ingresar con carabineros y llevarse a las mujeres, además de revisar el lugar en busca de drogas o armas. "Esto ha permitido encontrar y derivar a cinco personas con órdenes judiciales pendientes, también a cinco extranjeras indocumentadas para regularizar su situación, pero lo más importante ha sido terminar con las incivilidades asociadas como el consumo de drogas y alcohol, peleas, robos a los mismos clientes, o preservativos botados en las piscinas y las inmediaciones, entre otras molestias parra los vecinos", precisa Rubio.

El comercio sexual en los departamentos de Providencia no está a la vista de los transeúntes pero sí se nota al interior de los edificios, lo que es requerido mayormente a la hora de almuerzo. Desde 2008, su proliferación ha crecido hasta encender la alerta entre los vecinos, Carabineros y el municipio. "Hay gente que compra departamentos para ser usados con ese fin y el dueño ni se entera, por lo tanto debería haber apoyo también de Carabineros para trabajar con los administradores de los propios edificios para identificar los departamentos sospechosos y poder erradicarlos rápidamente", señala Ana Patricia Anderson, presidenta de junta de vecinos N°3, en pleno centro de la comuna.