Proyecto sobre nueva institucionalidad del INE: "Prefiero hablar de fortalecimiento en vez de autonomía"

Mayo debiera ser el mes en el que finalmente ingrese al Congreso el proyecto de ley que crea una nueva institucionalidad para el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Así lo asegura la directora del organismo, Ximena Clark.

Dice que la iniciativa legal apunta fundamentalmente a dotar a la institución de mayores atribuciones y recursos, pero no necesariamente de independencia respecto de la autoridad política, discusión que adquirió especial relevancia, tras la fallida medición de 2012. A fines de ese año el anterior gobierno envió un proyecto para un nuevo sistema nacional de estadísticas -con  un consejo autónomo de cinco miembros- que fue desechado por esta administración.

En paralelo,  Clark  -quien por estos días participa en Nueva York de un encuentro internacional de estadísticas organizado por la ONU- subraya que la institución trabaja aceleradamente en el diseño del Censo abreviado previsto para 2017, que tendrá un costo similar al anterior($ 30 mil millones), y en la definición de un nuevo jefe para la medición.

¿En qué etapa está la preparación del Censo abreviado de 2017?

Una de las tareas que involucraba todo el 2014 y que está finalizada, era la planificación en detalle de las actividades del Censo. El trabajo lo separamos en seis áreas y hoy estamos integrando todas las actividades, trabajando con una carta Gantt que tiene cerca de 900 hitos.

Hemos integrado toda esta información de manera de tener una planificación los más precisa posible y, posteriormente, instalar un sistema de monitoreo. Asociado a esta planificación hay una estimación presupuestaria.

¿Cuál es la estimación del costo que tendrá la medición?

Primero hay que precisar que el costo de un censo no es proporcional solo a lo reducido del cuestionario. Aunque efectivamente es un cuestionario abreviado, hay un conjunto de tareas que hay que hacer para que el Censo  tenga la mayor cobertura y calidad posible. El trabajo incluye todas las fases y tareas de cualquier censo y, en consecuencia, el costo asociado no va a diferir mucho respecto de la última anterior.

Aún no tienen un jefe para el Censo ¿Cómo va ese proceso? 

En curso y, como hemos indicado, en marzo daremos a conocer el nombre del encargado.

¿La idea es que sea un experto nacional o internacional?

No hay una preferencia definida, pero en este momento hay buenos candidatos nacionales. Hemos discutido el perfil con el comité externo y hay un grupo de candidatos que se está evaluando en función de sus experiencias laborales.

¿Cuándo estará listo el proyecto de nueva institucionalidad del INE?

El compromiso es que se envíe el proyecto de ley antes de mayo. Hemos entregado toda la información posible al Ministerio de Economía para que el resultado del articulado sea un verdadero fortalecimiento del sistema estadístico nacional.  Es necesario que tenga todas las atribuciones para coordinar el sistema, los recursos para generar indicadores y las capacidades técnicas para entregar información de forma oportuna.

¿Facilita el trabajo para el Censo tener esa institucionalidad?

La parte institucionalidad involucra diferentes ámbitos. El Censo es una prioridad nacional, por lo que no tenemos dudas que van a existir recursos, aunque en la medida que la institución como un todo mejora, efectivamente el trabajo para el Censo también se ve beneficiado.

Fortalecimiento o autonomía

¿El objetivo del proyecto es que el INE sea autónomo? 

La autonomía al final del día a lo que se refiere es a que sea un INE fortalecido, que cuente con herramientas para generar producción estadística útil para el diseño de políticas públicas. Debe ser un INE con capacidad para coordinar con todos los ministerios y que cuente con los recursos necesarios para indicadores que permitan monitorear el desarrollo del país. Fortalecimiento es la palabra clave; prefiero hablar de fortalecimiento en vez de autonomía, porque muchas veces se confunde con autonomía constitucional que no es exactamente la figura que se trabaja.

¿No es imprescindible la independencia respecto de la autoridad política entonces?

El INE es un organismo técnico y este concepto de autonomía respecto de la autoridad política me da la impresión de  que se nterpreta de diferente manera. La autonomía que se requiere es para hacer la producción estadística de la forma que se debe hacer y para coordinar también un sistema con las mejores herramientas.

O sea una autonomía de recursos, de atribuciones…

Son definiciones que se están tomando, pero efectivamente hay que pensar que el INE tiene una función pública que es generar información para toma de decisiones y diseño de políticas públicas. En ese sentido, el objetivo es un INE  inserto en un sistema de información para toma de decisiones, con una coordinación a nivel de  sector público y privado.

Usted había señalado que el modelo del Banco Central le parecía, si bien no necesariamente replicable, sí interesante de cómo podría ser el nuevo INE...

Efectivamente, pero lo interesante del modelo del BC es el sistema de evaluación de desempeño y de ambiente organizacional. Básicamente, un sistema con una política de desarrollo organizacional para generar conocimiento y brindar un espacio laboral interesante a quienes están en el Banco.

Pero al BC siempre se le destaca su autonomía respecto de la toma de decisiones y eso es lo que se ha hablado respecto de dotar a Chile de un organismo de estadísticas que prescinda de consideraciones políticas

Hay una confusión ahí. Muchas veces se mal entiende esto de la autonomía política y se cree que alguna autoridad puede influir en los indicadores. Eso no es así, es una forma bastante simple de interpretar que hay influencia política en la actividad que nosotros realizamos de generar información. Nunca he tenido conocimiento de algún tipo de influencia directa e indirecta. Lo que sí es importante es que las decisiones estén legitimadas, no dependan de una sola dirección u autoridad política.

¿No cree que el hecho que la autoridad del INE sea nombrada por el gobierno de turno resta fuerza a la institución entonces?

Eso tiene que ver con la forma con la que se hacen las nominaciones, en cómo se designa y remueve a las autoridades. En la medida que haya un proceso que de garantías de que no  se trata de nombramientos a dedo, sino que bajo un procedimiento con criterios definido, esa independencia, ese fortalecimiento, se cumple. Son los mecanismos de designación y los de remoción los que muchas veces le dan esa independencia técnica y/o política a la institución.

¿Ve convencimiento de eso a todos los niveles del gobierno?

Hay bastante consenso, tenemos interacción con buena parte de los ministerios. Todos coinciden en la necesidad de una institución totalmente fortalecida. La interacción que nosotros tenemos con los ministerios van en esa línea.