Prueba nuclear de Norcorea revela el rápido avance del programa de Kim
Ante el test de una bomba de hidrógeno, Seúl sugiere el retorno de armas nucleares tácticas de EE.UU. a la zona. Washington cree que Pyongyang quiere una guerra.
"Kim Jong Un está suplicando por una guerra", afirmó la embajadora estadounidense en la ONU, Nikki Haley, durante la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad realizada ayer para acordar una respuesta al más potente ensayo nuclear de Corea del Norte. "La guerra nunca es algo que Estados Unidos quiera. No la queremos ahora. Pero la paciencia de nuestro país no es ilimitada", advirtió.
Pero el proyecto de nuevas sanciones que el gobierno de Donald Trump pretende que se vote el lunes en el Consejo de Seguridad de la ONU contra Corea del Norte no logra opacar, de momento, el "logro técnico" de Kim Jong Un.
Así, al menos, lo reconoció ayer el diario The Washington Post, que calificó la prueba de una bomba de hidrógeno realizada por Pyongyang como "un importante hito técnico", que también echa por tierra las predicciones sobre el programa nuclear norcoreano.
Debido al complejo diseño de dos etapas de la bomba H, los expertos norteamericanos pensaban que a los científicos de Corea del Norte les tomaría años dominar la tecnología necesaria para desarrollar este tipo de armamento. Incluso, recuerda el Post, cuando Pyongyang se jactó el año pasado de haber probado un dispositivo termonuclear, muchos expertos estadounidenses lo calificaron como una mera "propaganda".
Pero tras la prueba del domingo, analistas y expertos en armas citados por el periódico norteamericano concordaron que la "hazaña" de Kim "borró instantáneamente el escepticismo persistente sobre las capacidades técnicas de Pyongyang y trajo la perspectiva de misiles balísticos intercontinentales norcoreanos con propulsión nuclear un paso más cerca de la realidad". En ese sentido, predijeron que una versión miniaturizada de la supuesta bomba termonuclear pronto estaría en manos de Corea del Norte, y que ésta probablemente ya existe.
"Corea del Norte ha logrado la capacidad de eliminar una gran parte de cualquier ciudad importante", dijo al Post Sue Mi Terry, ex analista senior de Corea del Norte en la CIA y ahora directora gerente de Corea en el Bower Group Asia. "Si el Norte no probó una bomba de hidrógeno, como dijeron que hicieron esta vez, ellos llegarán allí muy pronto", agregó.
Una opinión similar manifestó Catherine Dill, investigadora del Centro James Martin de Estudios de No-Proliferación del Instituto Middlebury para Estudios Internacionales en Monterey, California. "Los expertos han estado en desacuerdo sobre cuánto tiempo Corea del Norte necesitaba para lograr este paso. De hecho, muchos evaluaron que las dos pruebas nucleares anteriores eran para componentes de un diseño de ojiva termonuclear", explicó Dill a La Tercera. "En mi opinión, Corea del Norte ha estado trabajando en esta tecnología durante algún tiempo, por lo que la prueba más reciente no es sorprendente, aunque es significativa", sostiene.
Poder nuclear de EE.UU.
En medio de la ya delicada situación en la Península Coreana, el ministro de Defensa surcoreano, Song Young-moo, sugirió ayer el retorno de armas nucleares tácticas estadounidenses a la zona, según The Washington Post.
Song dijo que durante conversaciones sostenidas la semana pasada en el Pentágono le pidió a su homólogo estadounidense, Jim Mattis, que portaaviones y submarinos nucleares norteamericanos, además de bombarderos B-52 fueran enviados a Corea del Sur más regularmente.
"Le dije (a Mattis) que sería bueno que los activos estratégicos fueran enviados regularmente a la Península Coreana y que algunos legisladores y medios de Corea del Sur están presionando fuertemente para que armas nucleares tácticas (sean reasignadas)", afirmó Song durante una audiencia parlamentaria en que se analizó la prueba nuclear norcoreana, sin revelar la respuesta que obtuvo del jefe del Pentágono.
A juicio de Song, "la redistribución de armas nucleares tácticas es una alternativa que merece una revisión completa". Un sondeo realizado en agosto por el canal YTN reveló que el 68% de los surcoreanos apoya el envío de armas nucleares tácticas a Corea del Sur.
En una clara advertencia a Pyongyang, Donald Trump hizo referencia ayer durante una conversación telefónica con su par surcoreano, Moon Jae-In, la eventual venta a Seúl de material militar por "miles de millones de dólares" en plena crisis con Norcorea.
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