El PSG se desata a costa del Bayern de Vidal

Cuando se realizó el sorteo de la fase de grupos de la Champions (el pasado 24 de agosto), varios cruces llamaban la atención de inmediato. Pero uno sobresalía: París Saint-Germain vs. Bayern Múnich. Un candidato eterno para levantar la Orejona contra el candidato nuevo, el de los millones. El Parque de los Príncipes recibió una "final anticipada", que terminó con un triunfo galo por 3-0, mostrando que el cuantioso proyecto del club tiene justificación en la cancha.

El gran objetivo de ambas instituciones es la Liga de Campeones, porque en sus competencias locales tienen las de ganar. Pero este encuentro de colosos justo se generó luego de una de las semanas más revueltas del PSG, tras el lío Cavani-Neymar. El Bayern de Arturo Vidal era la primera gran prueba del superpoderoso elenco parisino. El jugador chileno volvió a la competencia, esa misma que considera su sueño. No estuvo en el debut ante el Anderlecht por suspensión. Jugó los 90' y su ímpetu no ayudó a que los germanos evitaran una caída dolorosa. Fue amonestado tras cometerle falta a Neymar.

El local golpeó de inmediato. Tanto así que pasaron dos minutos para que Dani Alves abriera la cuenta. Tras gran jugada de Neymar, el lateral define entre las piernas del golero Ulreich, el reemplazante del operado Neuer (el sustituto no irradia la misma seguridad que el titular, por cierto). Luego de un arranque interesante, el PSG se fue quedando. Pesaba mucho la participación de Neymar en materia ofensiva. El Bayern se hizo dueño del balón y metió al rival en su arco, no obstante carecieron de calma para definir. Si el fútbol fuera justo, el empate era lo ideal. Pero como no lo es, llegó el 2-0, mediante una hermosa definición de Edinson Cavani, con el borde interno de su pie derecho. El charrúa salió gritando el gol, sus compañeros lo felicitaron, incluyendo Neymar, aunque nada efusivo.

La MCN del PSG fue importante: la velocidad de Mbappé, la eficacia de Cavani y la potencia de Neymar. También fue garantía la inagotable capacidad de Dani Alves y el equilibrio de Thiago Motta. Pero por el otro lado, la apuesta de Ancelotti de ubicar a James por la izquierda no le resultó, porque nunca pudo desnivelar ni tomar las riendas de su escuadra. Mientras tanto, Ribéry y Robben estaban en la banca. Error de Ancelotti.

El técnico bávaro metió cambios para el segundo lapso (Coman y Rudy), aunque no fueron un revulsivo. El PSG no cambiaba el libreto: ceder protagonismo y dejar a su trío de arietes arriba para atacar con velocidad cuando se recuperaba el balón. Para hacer la fiesta más ruidosa, Neymar hizo el 3-0, capturando un rebote en el área chica (63').

En un desafío de verdad, el París Saint-Germain aprobó el examen, sacudiéndose de episodios con mucha polémica y poco fútbol. A su vez, el Bayern y Ancelotti se llena de dudas. En el otro partido del grupo, el Celtic venció 0-3 al Anderlecht, en Bélgica. Los escoceses serán los siguientes rivales de los muniqueses, el 18 de octubre.

Fue la noche más iluminada de la Ciudad Luz.