PT oficializa candidatura de Lula y llama a desobedecer condena judicial

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El ex mandatario brasileño aceptó oficialmente hoy el nombramiento durante un acto del partido en Sao Paulo. Un juez federal de Brasilia aprobó la confiscación del pasaporte de Lula, impidiendo así su salida del país.




Un afiche gigante en la puerta definía el tono de la reunión del Partido de los Trabajadores (PT), realizada hoy en el edificio de la Central Única de Trabajadores (CUT), en Sao Paulo: "En defensa de la democracia y de Lula". Un día después de que el tribunal de apelación de Porto Alegre ratificara la condena del ex mandatario brasileño por corrupción pasiva y lavado de dinero y aumentara su pena de prisión a 12 años y un mes, el PT no solo lanzó hoy la precandidatura de Lula de cara a las elecciones de octubre, sino que también llamó a "desobedecer" la decisión de judicial en contra del petista, según informó O Globo.

No cabía un alfiler en el auditorio de Sao Paulo con capacidad para 1.000 personas sentadas y la multitud cantaba con los intérpretes en el escenario. "Lula guerrero, del pueblo brasileño", coreaban los asistentes, según consigna France Presse. En medio de este ambiente, la presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, abrió la reunión de la directiva del partido con un llamado categórico: "Estamos aquí para reafirmar la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva. Será nuestro candidato".

Histriónico y luciendo algo demacrado, Lula, quien llegó acompañado por la ex mandataria Dilma Rousseff, abrió su discurso hablando sobre Jesús y criticando a los jueces por haberse "comportado como si fueran dirigentes de un partido político".

Acto seguido, Lula aceptó oficialmente el nombramiento como precandidato, luego que la comisión ejecutiva nacional de su partido aprobara por unanimidad su postulación para octubre. "Yo acepto la indicación de precandidato del PT", afirmó. Sin embargo, precisó que esa aspiración "no puede depender solo de él" e instó al partido a seguir luchando ante "un hecho indeseado", como su inhabilitación política por parte del Tribunal Superior Electoral (TSE) o un posible ingreso en prisión.

"Tenemos otros candidatos y van a intentar crear obstáculos. Espero que la candidatura no dependa de Lula. Solo tiene sentido si ustedes son capaces de hacerla, aunque haya un hecho indeseado", agregó.

"Sin ninguna arrogancia, quiero decirle a ustedes que quiero ser candidato para ganar las elecciones. Nada de bajar la cabeza", reiteró Lula, quien tiene un total de siete procesos abiertos en la justicia, la mayoría de ellos por corrupción.

Después, Lula anunció que viajaría a Etiopía para participar de una cumbre de la FAO. Sin embargo, un juez federal de Brasilia ordenó la confiscación de su pasaporte, impidiendo así que saliera del país. Tres abogados introdujeron desde su condena sendos pedidos de retención del documento, argumentando que el líder izquierdista podría solicitar asilo político.

"El juicio es una farsa y un fraude. Solo tiene un objetivo, que es quitar a Lula de la elección", sostuvo Rousseff, destituida en 2016 por el Congreso en el marco de un juicio político. La ex mandataria, al igual que el resto de autoridades del PT, instó a la militancia a "movilizarse en las calles" y a continuar luchando por un proyecto político.

En esa línea, la senadora Hoffmann -también acusada por corrupción- anticipó que el partido saldrá a las calles y organizará huelgas como parte de un programa de lucha para mantener viva la candidatura de Lula.

Pero el senador del PT, Lindbergh Farias, subió el tono del discurso. "Sólo tenemos un camino, que son las calles, las movilizaciones, la rebelión ciudadana, la desobediencia civil", dijo el legislador, citado por O Globo. "Para detener Lula van a tener que detener a millones de brasileños. Vamos a luchar en las calles", señaló el senador.

Por su parte, el líder del Movimiento Sin Tierra (MST), João Pedro Stédile, advirtió que la organización no permitirá la prisión del ex mandatario, quien según las encuestas ganaría las elecciones ante cualquiera de sus posibles adversarios. "Aquí va un recado para la Policía Federal y para el Poder Judicial: no piensen que ustedes mandan el país. Nosotros, los movimientos populares, no aceptaremos de forma alguna e, impediremos con todo lo que sea posible, que el compañero Lula sea preso", afirmó Stédile, en medio de aplausos.

Este ambiente, vaticina el sociólogo Alberto Almeida, del Instituto Análise, hace que el escenario político marche hacia una polarización entre la izquierda y las fuerzas de centro derecha o derecha que buscarán el poder en octubre. "Lo que viene ahora es una gran división en el país, porque hay muchas personas que quieren que Lula sea condenado y no consiga ser candidato, aunque al mismo tiempo está primero en la intención de voto. Vamos a ver mucha polarización y una gran incertidumbre", dijo a France Presse.

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