Rara: Mujeres en familia

Rara

Premiada en Berlín y San Sebastián, la película de Pepa San Martín inspirada libremente en el caso de la jueza Karen Atala encabeza una serie de estrenos que se abren al Chile de las minorías y las tribus urbanas.




La realizadora chilena Pepa San Martín tiene 40 años y dice que a estas alturas ya aprendió bastante de lo bueno y lo malo del oficio cinematográfico. Ha trabajado con 15 cineastas locales como asistente de dirección desde hace al menos una década y la experiencia le sirvió para conocer los gajes, la mañas, las pequeñas alegrías y la diaria batalla que significa una película. Por la misma razón prefiere tomarse su debut como directora con cierta dosis lúdica. "Lo interesante a veces es quitarle cierta seriedad a las cosas, jugar un poco, y por lo mismo tal vez elegí niños como protagonistas", cuenta sobre Rara, la película que hoy se estrena en 14 salas.

En efecto, Rara, que se inspira libremente en el caso de la jueza Karen Atala, es un largometraje comandado por la presencia de dos niñas: Sara (Julia Lübbert) y Catalina (Emilia Ossandón), las hijas de Paula (Mariana Loyola), una abogada que además vive con su nueva pareja, la veterinaria Lia (Agustina Muñoz). La mayor va a cumplir 13 años y la menor anda por los 8. Mientras Sara comienza a despertar a las inquietudes de la adolescencia, Catalina entiende la vida más bien como la extensión del cariño infinito a su gato Nica. En algún momento, la tensión se apodera de una vida relativamente apacible, cuando Víctor (Daniel Muñoz), el padre de las chicas, opta por batallar en tribunales la tuición de ambas.

"No me interesaba contar una historia de buenos y malos, pues la vida no es así. A los humanos lo que nos moviliza es el amor y en esa búsqueda de cariño cometemos errores. Por la misma razón el padre que quiere la tuición de las niñas no es un malvado. Y, por supuesto, el personaje de Paula (Mariana Loyola), la madre de ellas, también busca lo mejor para las chicas", comenta San Martín acerca de este largometraje que pretende instalar en la discusión la inclusión de minorías sexuales, pero por otros medios, lejos de la etiqueta.

La cinta se estrenó en el Festival de Berlín 2016, donde ganó el premio de la seción Generación Kplus y empezó a generar adhesión de la crítica especializada. Hace apenas un mes obtuvo el mayor galardón en la competencia Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián y también fue estrenada en Argentina, donde llevó 14 mil personas y logró excelentes reseñas. Además fue comprada por HBO para ser exhibida en EE.UU. y adquirida por Sony Pictures para darla en Latinoamérica. Hace dos semanas llegó a salas en Italia y vienen los próximos estrenos en Francia, España y Taiwán.

"Nunca quisimos hacer una película sólo para los convencidos de aceptar a las minorías sexuales, sino que buscamos llegar a las casas de los que incluso dudan de ello. En ese sentido es un largometraje que queremos que sea visto en familia y que es inclusivo", dice Pepa San Martín. La realizadora cuenta que se documentó ampliamente sobre el caso de Karen Atala, pero siempre con la idea de ficcionalizar. "Nunca me entrevisté con ella y tampoco quería hacer un documental", dice acerca de la jueza a la que en el 2004 la Corte Suprema le quitó la tuición de sus tres hijas por convivir con una pareja mujer, entre otras razones.

"No es que no quiera que se etiquete a la película como LGBT (siglas colectivas para 'lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero') pero me parece que la inclusividad es algo que se debe vivir. Al dejarla sólo en esa categoría, automáticamente dejo fuera a un montón de gente. Y mi desafío u osadía es hacer una película con un tema que es homosexual, pero que nos traspasa a todos, no sólo a la comunidad gay, sino que también a nuestros hijos, hermanos, familias, comunas. Y el cine, si se quiere, está hablando más de temas callejeros, que nos incumben a todos, cuestiones que se hablan en los bares, en las casas de los amigos", argumenta.

Sobre el personaje de la abogada Paula, la actriz Mariana Loyola dice: "Lo que más me atrajo de ella es la lucha que emprende por defender su derecho de madre. Se ve empujada a la fuerza a un juicio sólo por el hecho de ser homosexual. Para mí era muy importante ser parte de esta historia".

Otros cines, otros ámbitos

El estreno de Rara coincide con la llegada a salas de otras películas que retratan grupos de la sociedad muchas veces fuera de la foto oficial de nuestro país. Están ahí, a veces han sido soslayados, pero de cuando en vez entran por la puerta menos esperada. Para la directora de Rara, son la realidad que importa. "No podemos seguir negando lo que está pasando. No es coincidencia que las últimas películas chilenas se inspiren en la realidad. Hablo, por ejemplo, de Aquí no ha pasado nada o Nunca vas a estar solo", dice sobre las películas basadas en el caso de Martín Larraín y el tristemente célebre episodio de Daniel Zamudio. Quizás el retrato de estas historias puede ayudar a mejorar la endémica falta de sintonía entre el público chileno y el cine local: "Algo está pasando que la gente no va a ver películas chilenas, pero quizás esta nueva generación que está contando otras historias atraiga esa audiencia esquiva", dice la directora.

En ese mismo contexto se ubica Las plantas, la película de Roberto Doveris que se exhibe desde el jueves pasado en la Cineteca Nacional. Protagonizada por la joven actriz y cantautora argentina Violeta Castillo, el debut de Doveris también estuvo este año en el Festival de Berlín 2016, donde obtuvo dos reconocimientos. En este trabajo, en el que actúan Ingrid Isensee, Mauricio Vaca y Ernesto Meléndez, se conjuga la historia personal de Florencia (que cuida de su hermano en estado vegetal) con la de su grupo de amigos. Ellos son una pandilla de chicos con fijación por las historietas, los disfraces de superhéroes, el pop coreano y las convenciones de cómics.

Después de Las plantas y Rara, viene Nunca vas a estar solo, debut en la dirección del músico Alex Anwandter, que llega a salas el 10 de noviembre. Protagonizada por Andrew Bargsted y Sergio Hernández, la película ganadora del Teddy Award en Berlín 2016 recrea en su particular manera el caso de Daniel Zamudio, escarbando en la pesadilla diaria del padre del chico golpeado brutalmente una mala noche de juerga e intolerancia.

Quizás este último concepto, ligado a la discriminación, es el que rige además toda la intención de Rara. Lo proclama así su directora: "Uno ve las redes sociales y se encuentra con tanto odio que creo que es necesaria otra forma de ver las cosas".

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