Revelan nuevas imágenes con los lujos y tesoros personales del clan Gaddafi
Jets privados, autos de alto valor, casas de ensueño con vista al mar, hasta una clínica debajo de un búnker, conformaban el patrimonio del coronel y sus ocho hijos.
El sillón de sirena de oro de Aisha Gaddafi fue el primero de muchos lujos y excentricidades del clan Gaddafi que salió a la luz pública, tras la irrupción rebelde en Trípoli y en otra zonas de Libia.
En 42 años en el poder, Muammar Gaddafi, fue atesorando una gran cantidad de propiedades que las compartió con sus hijos en distintas villas privadas a lo largo del país norteafricano.
Jets privados, automóviles de lujo, casa de ensueño con vista al mar, quedaron al descubierto durante estas últimas semanas.
Por ejemplo, en la villa de verano de Saif al Islam, sobre la costa occidental de Trípoli, botellas de champagne y whisky de marca están abandonadas entre jacuzzis y cristales. Mohammed, otro de los hijos, tenía otras dos villas: una sobre la colina que domina la bahía y otra a orillas del mar.
El área está rodeada por un muro en el cual se destacan las imágenes de su padre. La bahía, así como toda el área amurallada, era inaccesible En una de las residencias hay decenas de ambientes, con un laberinto de colores hasta el corazón de las habitaciones, como un dormitorio de ensueño. En otra, abundan habitáculos de hidromasajes.
Y así con cada uno de los hijos se repiten las comodidades, entre piscinas de lujo, salones de descanso, hasta una clínica fue encontrada en un búnker debajo de la mansión de Mutassim Gaddafi, coronel de ejército y asesor de seguridad que está con paradero desconocido.
Aisha, en su casa, hizo construir un verdadero parque de diversiones para sus hijos, aunque en su casa en Trípoli también tenía una biblioteca infantil con cerca de dos mil volúmenes. En sus vestidores sólo se encontraron colecciones completas de chaquetas de cuero Dolce & Gabbana.
En la mansión de Aisha, hay una piscina de aguas turquesa donde suena en los parlantes ocultos la voz de Beyoncé, la artista pop preferida de los Gaddafi.
Esas suntuosas mansiones -con amplias habitaciones con cuadros valiosos, baños de mármol y oro, con sus vestidores repletos de ropa de marca, con sus estacionamientos con varios Laborghini, Hummer, BMW, Audi, Mercedes y Ferrari- hoy están copadas por los rebeldes. Algunos, como trofeos de guerra se llevan a sus casas algunos de esos objetos tan preciados por el clan, otros sencillamente los destruyen como una forma de manifestar su odio.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.