Rousseff hace giro hacia ortodoxia con designación de nuevo equipo económico

Mandataria brasileña confirmó ayer el nombramiento de Joaquim Levy como sucesor de Guido Mantenga en Hacienda.




Al igual como lo hizo Lula, quien en su primer mandato formó un equipo ortodoxo para comandar la política económica que diera tranquilidad a los mercados ante los temores de la llegada al poder de un sindicalista de izquierda, su sucesora ha vuelto a hacer lo mismo de cara a su segundo gobierno. En un giro en la criticada conducción de la economía, la Presidenta Dilma Rousseff designó ayer a su nuevo equipo económico, liderado por el futuro ministro de Hacienda Joaquim Levy, un economista austero y disciplinado, que puede garantizar una mejor relación entre el gobierno y el mercado.

Para integrarse al gabinete de Rousseff, Levy, un economista con un doctorado de la Universidad de Chicago apodado "Manos de Tijeras" por ser especialista en recortar gastos, abandonará su puesto como director de los fondos de inversión y carteras del banco Bradesco, uno de los más grandes de Brasil. El nuevo ministro cohabitará con su antecesor, Guido Mantega, quien continuará siendo el titular de la cartera de Hacienda "hasta que concluya la transición" al segundo mandato de Rousseff, que será investida el próximo 1 de enero, según explicó el ministro de Comunicación Social, Thomas Traumann.

Además de Levy, Rousseff nombró ayer al nuevo ministro de Planificación, Nelson Barbosa, y mantuvo en su puesto al actual presidente del Banco Central, Alexandre Tombini.

Los expertos coinciden en que la designación de Levy generará optimismo entre los empresarios y en el mercado financiero y podrá contribuir a reactivar la economía, que este año se quedó virtualmente estancada. Rousseff enfrenta un segundo mandato complicado tras cuatro años de magro crecimiento y una inflación elevada, de 6,59% en 12 meses, por encima del techo de la meta oficial. El PIB de la séptima economía mundial, que en 2010 se disparó un 7,5%, crecerá apenas por encima de cero este año y la industria está en retroceso, aunque el desempleo se mantiene bajo (4,7% en octubre).

"La Presidenta sabe que no puede repetir los números mediocres de crecimiento que el país presentó en su primera gestión", escribió Marcelo de Moraes, columnista del diario O Estado de Sao Paulo. "Dilma sorprendió a todos con el pragmatismo de su decisión", agregó. La designación de Levy confirmó que fue "un guiño hacia una gestión económica ortodoxa, que no se podría decir que es neoliberal, algo inconcebible en el ADN ideológico de Rousseff", comentó a EFE Fabio Alves, analista en asuntos del mercado financiero y autor del libro "Inflación, tipos y crecimiento en el gobierno Dilma".

Según el portal Brasil 247, la designación de los nuevos ministros demuestra que Rousseff "consolidó la certeza de que el nuevo gobierno tiene que equilibrar la política económica sobre el trípode que conforman una tasa de inflación en el marco de la meta (del 4,5% anual), superávit fiscal y ajuste de las cuentas públicas".

"(Levy) Es un gran nombre. Es un excelente nombre. Considerado austero, riguroso. Esto nos puede dar una señal de que se vienen ajustes fiscales en el Ministerio de Hacienda", dijo a France Presse el economista de TAG Investimentos André Leite. "Es un personaje muy respetado y suele trabajar muy bien en dupla con Barbosa. Si van a ceder a presiones políticas, eso está por verse, pero esto es garantía de una luna de miel (de los mercados) de hasta 60 días para Rousseff", agregó.

El diario Folha de Sao Paulo describió a Levy como "adicto al trabajo, franco en el límite de lo maleducado" y "tan terco como Dilma" Rousseff. Nacido en 1961 en Río de Janeiro, y formado en Ingeniería Naval, Levy es doctorado en Economía por la Universidad de Chicago en 1992. Ocupó cargos en varios departamentos del FMI y trabajó en el Banco Central Europeo.

Apodado "Manos de Tijera" por su apego a la austeridad, ya ocupó altos cargos en los gobiernos de Fernando H. Cardoso (1995-2003) y Lula da Silva (2003-2011), de quien fue secretario del Tesoro en su primer mandato. Analistas reconocen su labor en el fortalecimiento de la estabilidad macroeconómica y fiscal del país, que generó halagos de los mercados globales.

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