Sampaoli ofrece la mano
El seleccionador habla por primera vez de los desertores: dice que tiene una conversación pendiente. El DT no los descarta para nuevos llamados; pone como ejemplo su reconciliación con Valdivia.
Jorge Sampaoli advierte que tiene una conversación pendiente. Pero se abre al diálogo. No le cierra las puertas de la Selección a quienes se marginaron del proceso previo a la Copa América al saberse, anticipadamente, fuera de la convocatoria final para el torneo continental, pero antes quiere conocer profundamente las razones. El seleccionador defiende la transparencia de la medida. "Fuimos honestos y francos con los jugadores. Todos los que están en el listado están preparados en el caso de lesiones", dijo. Luce reflexivo y calmado. Incluso, sonríe ante una pregunta más anecdótica e íntima. El aire sureño le sienta bien.
De esa forma, más allá de la sana intención de conciliar posturas y de la prerrogativa propia de su cargo de elegir a quienes se acomoden mejor a sus planes, termina validando las afirmaciones de Fabián Orellana y Pablo Hernández, quienes alertaron de la definición anticipada del listado. "Cada jugador con el que nos hemos comunicado tenía certeza de cuál era su realidad. Hablamos con cada uno de ellos para comunicarles en qué situación estaban, que terminaban sus ligas muy tarde y que no estaban dentro de las posibilidades concretas de la lista de 23. Traerlos a entrenar por cuatro o cinco días desde afuera y después decirles que no estaban en la lista final iba a ser mucho más traumático. Cada uno sabía la realidad que tenía. Algunos manifestaron estar de acuerdo. Otros no, por diferentes problemas. Entendimos sus razones y recurrimos a otros", dijo el entrenador.
Su expresión no carga rencor. Por el contrario, Sampaoli no cierra puertas. Por el contrario, pone un ejemplo para demostrar que está abierto a buscar la reconciliación. "Hemos tenido bastantes conversaciones. Con el jugador del fútbol hay que hablar un montón. No se puede ser terminante. Jorge Valdivia había renunciado y volvimos a hablar con él. No le cerramos las puertas a nadie. Sabemos que hay momentos y momentos. Pero lo que sí tengo claro es que la postura de Orellana y Hernández fue directa". En ese sentido, insistió en que no puede descartar convocatorias futuras a partir de estas renuncias. "No es determinante de que puedan estar o no en el futuro, porque la conversación de ellos fue bastante clara", responde.
El entrenador se mostró tan comprensivo que, incluso, dijo que entiende la molestia que manifestaron algunos de los marginados, aunque los culpa de generar la controversia, al no asumir correctamente la medida. "La claridad es personal. A mí me preocupa que el jugador sepa de manera y honesta la participación que iba a tener en el grupo de los 30 citados. Hablamos con cada uno de ellos y les explicamos qué lugar tenían, como también entendemos las razones por las cuales algunos jugadores dijeron que preferían no estar. Por diferentes inconvenientes o problemas personales. No es que censuremos eso. Son situaciones que uno entiende y que tuvimos que interpretar que debíamos cambiar algún nombre. La lista de 30 jugadores está muy clara. Cada uno de ellos tiene claro el lugar que ocupa", plantea.
18 equipos
Sorteadas las consultas referentes a la crisis más compleja que ha vivido desde que está al mando del seleccionado, abordó problemáticas vinculadas al juego, las que más disfruta. Reconoció, por ejemplo, que le inquieta la falta de continuidad de algunos de sus dirigidos. "Pero también está el cambio de chip que se produce en esos jugadores cada vez que vienen a la Selección. Llegarán bien, más allá del rendimiento en sus equipos", recordó. En las sesiones de trabajo que se realizarán en Pinto Durán y en el Monasterio Celeste la próxima semana aspira a equilibrar el rendimiento de sus elegidos.
Tampoco sufre mayormente por la ausencia en la preparación de las principales figuras del equipo. "Recibir a Bravo y Vidal dos días antes de la competencia es una preocupación. Pero también es una felicidad que estén disputando la final de una competencia tan importante". Aún así, espera con ansiedad la incorporación paulatina de ellos. Alexis Sánchez, por ejemplo, se sumaría el martes. Para un día después se proyecta el arribo de Marcelo Díaz, quien el lunes disputará la permanencia en la Bundesliga con Hamburgo.
El entrenador admitió, además, que analiza varias opciones para afrontar los duelos en la Copa. "Tenemos como 18 equipos en la cabeza. Todos los días nos da vueltas en la cabeza". Y elogió a su primer rival, en el partido inaugural del torneo. "Éste debe ser el mejor Ecuador que he visto, por las características y velocidad de sus jugadores, más allá de sus ausencias. Jugar contra ellos de manera extremadamente vertical sería contraproducente, demasiado riesgo. Tienen jugadores más rápidos que los nuestros. Una de las cosas que hemos aprendido enfrentando a los equipo más importantes del mundo es que no se puede ser verticales frente a todos".
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