Santiago en el primer lunes de febrero
Menos autos y pocos peatones. Así lució ayer la ciudad y, según las autoridades, así seguirá hasta que termine el mes
EL VIAJE que realiza todos los días el sicólogo Daniel Valenzuela desde su casa en Ñuñoa, hasta su oficina en La Dehesa, le demanda por lo menos una hora. Sale poco antes de las ocho de la mañana y su ruta incluye Bilbao, Colón, Las Condes, entre otras avenidas de alto tránsito. Ayer, sin embargo, esa cantidad de tiempo disminuyó en 20 minutos. Esas mismas calles llenas de bocinazos y autos no presentaban el flujo que exhibió hasta el viernes en horarios punta. "Fue muy cómodo manejar, porque no había atochamientos y estaba todo expedito", comenta.
Al historiador Cristóbal del Castillo le ocurrió algo similar, pero en el Metro. En su habitual trayecto entre la Estación Manquehue, en Las Condes, hacia su trabajo, en el sector del Parque O'Higgins, no sufrió empujones, no debió esperar un par de trenes para subirse, ni tampoco hacer fila para pasar los torniquetes de acceso a los andenes. "Había más espacio entre las personas que estaban paradas y hasta había asientos desocupados", cuenta.
Santiago amaneció ayer con una cara distinta. Una más amable, que dejó atrás el ajetreo de todos los meses. El primer lunes de febrero mostró una capital más vacía, debido a que este mes es el más utilizado por los santiaguinos para tomarse sus vacaciones.
Según el Ministerio de Transportes, ayer por la mañana un 18% de los vehículos no circuló respecto de un lunes normal de diciembre. Es decir, uno de cada cinco autos no estuvo en las calles.
Carabineros, en tanto, informó que al menos 40.000 vehículos no estarán en la ciudad debido a que han salido hacia otras regiones.
Esta caída se percibe en la autopista urbana Costanera Norte, donde explican que cada año disminuye el tráfico por sus vías en cerca de un 16%. En la concesionaria, además, estiman que esa misma cantidad se repetirá en 2014.
Menos vehículos, pero también menos pasajeros. En Metro aseguran que durante febrero la baja en los viajes sería de un 35%. Como ejemplo, un día laboral de octubre tiene cerca de 2,5 millones de recorridos. En febrero de 2013, en cambio, sólo se realizaron 1,6 millones.
Pero no sólo las calles se verán vacías. La disminución de personas se verá reflejada en polos gastronómicos y actividades recreativas, los que también esperan menos afluencia en los 24 días que restan del mes.
Fernando de la Fuente, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), indica que la baja de comensales puede llegar al 20%. "Febrero es el mes más bajo del año y algunos locales cierran o se reducen los horarios de atención", dice.
Pese a su oferta consolidada, en el barrio Lastarria estiman una disminución de 30% y en Plaza Ñuñoa, de un 25%. "El público llega más en la semana y los fines de semana es menos de lo habitual, y se concentra desde las 10 de la noche en adelante, es más concentrado", explica Hugo Córdova, de la agrupación Centro Gastronómico Plaza Ñuñoa.
La ausencia incluso llega hasta los ciclistas. Felipe Araos, de la agrupación Ciclistas Furiosos, asegura que tarda 10 minutos menos en sus viajes debido al menor número de autos y de bicicletas. En la cicletada de todos los martes de cada mes, espera que en vez de convocar a seis mil pedaleros, sean sólo cuatro mil.
Incluso, para los taxis la situación es claramente notoria. Luis Reyes, presidente de la Confederación Nacional de Taxis de Chile, cuenta que "la disminución es de por lo menos un 50% en fin de semana y un 30% en la semana, aunque nos beneficia que las calles son mucho más expeditas y agradables para andar en la ciudad".
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