Satélite de la Nasa ingresó con éxito a órbita lunar

<p>El satélite LRO analizará y cartografiará durante un año la superficie lunar a una distancia de 50 kilómetros.</p>




La nueva sonda de la Nasa ingresó hoy, según lo previsto, en la órbita lunar con la misión de buscar agua, según informó la agencia espacial estadounidense en su página web.

El satélite LRO rodeará la Luna en una órbita elíptica y analizará y cartografiará durante un año la superficie lunar a una distancia de 50 kilómetros.

El objetivo de la misión es descubrir si hay agua en forma de hielo en las profundidades de los cráteres de la Luna.

Asimismo, la nueva misión lunar allana el camino a la nueva fase del programa espacial estadounidense que consiste en construir una nueva base sobre la Luna, que sirva de plataforma de lanzamiento para futuras exploraciones espaciales.

En 2010 la Nasa dará fin al programa de transbordadores espaciales, de 28 años de antigüedad, que ha contruibuido a construir la estación espacial en órbita. La nueva fuerza espacial vinculada a la Luna, denominada Orión, estará lista en 2015.

El satélite LRO, en la primera fase de una misión de dos, fue lanzado el jueves pasado en sólo un cohete desde la base espacial de Cabo Cañaveral, en el estado de Florida, y penetró en una órbita elíptica de modo que sus siete instrumentos pueden ser probados.

Después de unos 60 días, se trasladará a una órbita baja sobre los polos de la Luna para llevar a cabo sus observaciones.

LA OTRA SONDA
La segunda parte, "The Lunar Crater Observation and Sensing Spacecraft (LCROSS)" (la Nave Espacial de Observación y Detección de Cráter Lunar), se separó de la sonda LRO poco después del lanzamiento del jueves para seguir un curso diferente.

Junto con un trozo del cohete Atlas, que lo impulsó hacia el espacio, entrará en una órbita alargada y amplia que llevará a la LCROSS alrededor de la Tierra y la Luna durante los próximos cuatro meses.

En octubre esta nave y su trozo de cohete se precipitarán en un cráter oscuro cerca del polo lunar y levantarán una nube de partículas de más de 10 kilómetros de alto sobre la superficie.

La Nasa espera que si los detritos del sombrío cráter contienen hielo, hidrocarburos u otros materiales orgánicos, las partículas se evaporen cuando les alcance la luz del sol.

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