Se desploma la tregua en Sudán del Sur

Después de menos de 48 horas de que el presidente del paí­s y un jefe rebelde acordaran un alto el fuego, insurgentes atacaron una localidad petrolera estratégica.




Nuevos combates estallaron hoy en Sudán del Sur, tras menos de 48 horas de que el presidente del paí­s y un jefe rebelde acordaran un alto el fuego, a cuya concertación habí­an contribuido el secretario norteamericano de estado y el secretario general de la ONU.

Un grupo que promueve la asistencia para el paí­s y analistas habí­an elogiado el acuerdo para la tregua concertado el viernes en la noche, aunque algunos habí­an expresado escepticismo de que pudiera traducirse en la práctica en una pacificación.

Esos temores quedaron confirmados hoy, al reencenderse la lucha por el control de una localidad petrolera estratégica, donde se han cometido terribles crí­menes contra la humanidad. Las partes se acusaron una a la otra de reanudar la violencia.

El ministro de defensa de Sudán del Sur, Kuol Manyang Juk, dijo que los rebeldes atacaron a las 6:30 hora local, las posiciones de gobierno cerca de Bentiu. Agregó que los efectivos del gobierno dieron muerte a 27 rebeldes y capturaron algunas armas.

"A las 8:30 (los insurgentes) también atacaron nuestras posiciones... en un camino entre Bentiu y los yacimientos petrolí­feros de Thar Jath. Nuestras fuerzas los repelieron", agregó.

Un portavoz de la oposición, general de brigada Lul Ruai Kong, dijo que las fuerzas del gobierno atacaron a los rebeldes en dos estados.

Afirmó que los combatientes de los grupos paramilitares sudaneses ayudaban a las fuerzas del gobierno en los alrededores de Bentiu.

"Las violaciones más recientes al acuerdo para resolver la crisis en Sudán del Sur muestran que (el presidente Salva) Kiir es un hipócrita o no tiene control de sus fuerzas", afirmó Kong en un comunicado.

Agregó que la comunidad internacional y la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo de ífrica Oriental (IGAD por sus siglas en inglés), un bloque regional que medió el acuerdo de paz, deberí­an saber que las fuerzas de Kiir fueron las primeras en violar el convenio.

Trabajadores humanitarios habí­an expresado confianza en que el acuerdo del viernes permitiera a habitantes regresar a sus casas y plantar cultivos.

Más de 1,3 millones de personas huyeron de sus hogares debido a la lucha, y expertos en asistencia afirman que si los residentes no plantan cultivos para finales de mayo, habrá falta de alimentos a gran escala y quizá incluso una hambruna.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.