Se reactiva la diplomacia entre Corea del Norte y Corea del Sur
En el marco de la clausura de los Juego Olímpicos Asiáticos, Corea del Norte accedió a reanudar las conversaciones con su vecino del sur, consensuando mantener un encuentro de alto nivel entre finales de octubre y noviembre del presente año.
Corea del Norte envió una delegación de alto nivel a Corea del Sur, y ambos lados están de acuerdo en volver a abrir el diálogo en mitad de un clima de frenética actividad diplomática que ha levantado esperanzas de mejorar las relaciones entre los países vecinos.
Las dos Coreas acordaron hoy mantener un encuentro de alto nivel entre final de octubre y noviembre tras una reunión entre representantes de ambos países en la ciudad surcoreana de Incheon.
De materializarse, esta sería la segunda reunión de alto nivel intercoreana este año después de la celebrada en febrero, que supuso la primera en siete años entre los dos enemistados vecinos.
Encabezando la delegación de Corea del Norte estaba Hwang Pyong So, el jefe de la oficina política del Ejército Popular norcoreano, que llegó al aeropuerto de Incheon en uniforme militar, y Choe Ryong Hae, dos asistentes del supremo líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, que han sido recibidos como sus enviados personales. Kim Yang Gon, un veterano alto cargo del Partido de los Trabajadores con experiencia en tratos con Corea del Sur se encontraba también en la expedición que llegó a Incheon con motivo de la clausura de los Juegos Asiáticos.
No está claro qué ha motivado a Pyongyang a llevar a cabo esta visita sorpresa, cuya noticia ha llegado con menos de veinticuatro horas de antelación, pero parece estar en línea con la propaganda de estado impulsada por el régimen que cataloga a su país como una "superpotencia deportiva". Kim es un entusiasta de los deportes, y es bien conocida su afición por el fútbol y el baloncesto.
Los enviados fueron recibidos por altos cargos del gobierno de Corea del Sur, incluyendo el Ministro de Unificación, a cargo de los asuntos que atañen al país vecino, y el asesor de seguridad nacional del presidente Park Geun.
"Los Juegos Asiáticos han sido un evento importante que ha mostrado al mundo la gloria y la fuerza de esta nación" dijo Kim "Es un enorme orgullo para la nación que tanto el norte como el sur hayan tenido buenas actuaciones".
Corea del Norte accedió a reanudar las conversaciones, detenidas desde febrero, entre las altas instancias entre finales de octubre y principios de noviembre.
Ambos países continúan técnicamente en guerra desde el conflicto de 1950-1953, que terminó con una tregua y no un tratado de paz. Choques entre los ejércitos dejaron algunos soldados muertos a lo largo de los últimos años, y en 2010 hubo víctimas civiles debido a un bombardeo de una isla del sur por parte del norte.
Corea del Sur cortó todos los lazos políticos y comerciales con el norte ese mismo año, cuando un barco surcoreano fue torpedeado y hundido dejando cuarenta y seis marineros muertos. Seúl acusó a Pyongyang del ataque.
Estos choques, junto al programa nuclear norcoreano y el incumplimiento de los derechos humanos, han llevado a un deterioro de las relaciones en los últimos años.
Las esperanzas depositadas en una resolución de paz se han desvanecido una y otra vez, con Corea del Norte incumpliendo los tratados, retirándose de las negociaciones y amenazando con castigar a su vecino con un "mar de fuego".
Corea del Sur insiste en el desarme nuclear de ambas partes para llegar a un acuerdo, pero muy pocos creen que el norte vaya a renunciar a su programa, ya que provee seguridad tanto para el país como para el régimen.
EL TURNO DE LA DIPLOMACIA
A pesar de las tensas relaciones con el sur, Corea del Norte ha mantenido una intensa actividad diplomática en las últimas semanas, con su ministro de Exteriores visitando capitales extranjeras y presente en la Asamblea General de la ONU del pasado mes.
El norte continúa sufriendo sanciones de las Naciones Unidas debido a las pruebas nucleares y balísticas, que ha aumentado aún más su aislamiento internacional, pero ha dado muestras de su voluntad de retomar las conversaciones con las potencias mundiales, como Estados Unidos o China, acerca de su programa nuclear.
Corea del Sur ha agradecido la llegada de los norcoreanos y ha manifestado ya sus esperanzas de que se trate de un punto de inflexión en unas relaciones que han estado congeladas durante más de cuatro años.
Hwang lidera la Oficina Política General del Ejército Norcoreano, un poderoso aparato leal al régimen que supervisa a más de un millón doscientos mil soldados.
La semana pasada tomó también el cargo de vicepresidente de la Comisión Nacional de Defensa, el concilio militar supremo que encabeza Kim Jong Un en persona, asentándose como uno de los hombres más poderosos en los círculos de poder de Pyongyang.
Choe también se encuentra en el entorno de Kim y actualmente rige la agencia nacional de promoción de deportes.
El líder Kim se ha mantenido alejado de las comparecencias públicas desde el 3 de septiembre, alimentando los rumores acerca de su mala salud, lo cual ha sido desmentido por el embajador norcoreano en las Naciones Unidas en Ginebra.
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