Sename: bajan casos de madres en conflicto con la maternidad

Andrea Lagos viste unas calzas negras y una polera ajustada. No parece tener ocho meses de embarazo. "Esa es la idea. No quiero que en mi casa se enteren", dice la joven. Tiene 22 años y espera a su segunda hija. La mayor, de cinco años, vive con su ex suegra, gracias a un acuerdo judicial. Esto, luego de que el padre de la pequeña falleciera en un accidente. "Veo siempre a mi hija. Su abuela paterna es muy cercana, es mi amiga y consejera. Yo no tenía cómo hacerme cargo de la niña, así que se la entregué", afirma.

Relata que, tras morir su pareja, la joven intentó rehacer su vida. Se puso a estudiar de noche y le fue bien. Tanto así que a mediados de 2011, cuando cursaba tercero y cuarto medio, se ganó una beca para seguir estudios superiores por ser la mejor de la clase. También volvió a tener pareja y otra vez quedó embarazada. La situación la angustió. La nueva relación se acabó y Andrea pensó en abortar.

"Cuando supe que estaba embarazada me quería morir. Llegué a la escuela a pedir ayuda y la directora me calmó", recuerda. Preocupados por la situación de Andrea Lagos, los profesionales del colegio la contactaron con el Servicio Nacional de Menores (Sernam), institución que la derivó a un hogar para madres en conflicto con la maternidad.

"Allí decidí dar a mi hija en adopción. No me voy a arrepentir. Es mi futuro o retroceder, no puedo hacer las dos cosas. Va a estar mejor con otra familia y los hará felices. Estoy tranquila", asegura.

Casos como este hay cientos. De acuerdo a cifras del Servicio Nacional de Menores (Sename), entre enero de 2007 y octubre de 2012 las madres en conflicto con la maternidad que se han acercado a la institución para pedir ayuda pasaron de 313 a 398 casos.

Sin embargo, entre el 2011 y 2012 se evidenció una baja de 536 a 398 casos, la primera en, al menos, cinco años.

La explicación, dicen en el Sename, pasa por el trabajo de captación y visualización de madres que no quieren tener a sus bebés en los servicios de salud primaria.

"Pusimos la alerta en los consultorios. Hay un trabajo articulado que coloca a la madre embarazada en el centro. Todos los profesionales están atentos en esa atención y en dar apoyo. Esa es una de las explicaciones que tenemos para esta baja en el porcentaje de mujeres en conflicto", sostiene Verónica Olave, coordinadora de adopción del Sename y que atiende a Andrea Lagos desde que llegó, a fines del año pasado.

El director del Sename, Rolando Melo, agrega que la atención en los programas para mujeres en conflicto con la maternidad es confidencial y busca apoyar a la madre, garantizando al mismo tiempo el cuidado del niño que está por nacer.

Destaca que "alrededor del 75% de las madres que ingresan a estos programas deciden, finalmente, hacerse cargo de sus hijos. El resto decide entregarlos en adopción". Añade que con esto se evitan "salidas tan dramáticas como el aborto o el abandono después del parto".