Sonami espera exportaciones mineras por US$32.000 millones en el 2010
Un buen año tendría la minería el 2010, luego de la complicada situación por la que ha pasado la industria desde que estalló la crisis mundial, lo que llevó a que los precios del cobre cayeran un 63% hacia fines de 2008.
Según señaló en su discurso en la tradicional cena anual del sector minero -organizada por la Sociedad Nacional de Minería- el presidente de la entidad, Alfredo Ovalle, el próximo año la actividad mostraría un crecimiento en torno al 6%, con los que las exportaciones mineras llegarían a los US$32.000 millones.
Ovalle estimó que la producción de cobre mostrará un incremento de alrededor de 400.000 toneladas, mientras que las expectativas de los precios para este año han seguido mejorando, de la mano de la recuperación de los mercados. "Mientras a principios de año esperábamos cerrar el ejercicio con un promedio en torno a US$1,50 dólares, hoy la proyección apunta a entre US$2,1 y US$2,3 por libra", dijo.
La cena anual, con que se cierran las actividades del Mes de la Minería, reunió a autoridades de Gobierno, parlamentarios, embajadores, dirigentes empresariales, ejecutivos y productores de la gran, mediana y pequeña minería.
En su discurso, Ovalle también valoró las decisiones adoptadas por la Presidenta Michelle Bachelet y el Ministro de Hacienda, Andrés Velasco, en el ámbito macroeconómico. "La convicción de mantener un manejo responsable de las finanzas públicas permitió al país ahorrar cuantiosos recursos provenientes del cobre. Esos mismos recursos aportados por la minería han contribuido a aplicar una potente política fiscal contracíclica, ayudando a morigerar el impacto de la crisis financiera internacional", precisó.
INQUIETUDES
Ovalle expresó su preocupación por la aplicación práctica del Convenio 169 de la OIT, indicando que ella "puede exceder lo dispuesto en el Convenio, especialmente por las repercusiones que pueda tener en las resoluciones de los distintos organismos administrativos del Estado".
"La industria minera siempre ha buscado una buena relación con las comunidades locales donde se desarrolla, sin distinciones y respetando los más altos estándares y prácticas de diálogo e involucramiento. Todo, sin necesidad de una normativa que -tememos- puede contribuir a profundizar las diferencias entre los pueblos originarios y los no indígenas", puntualizó.
Asimismo, señaló la inquietud del sector acerca la posibilidad de establecer más regulaciones en materia ambiental. "Creemos que como está concebida la Superintendencia del Medio Ambiente -de acuerdo al proyecto de ley que crea la respectiva cartera-, la transforma en juez y parte en la fiscalización, dotándola de suprapoderes que crean incertidumbre sobre las condiciones de evaluación de inversiones futuras".
En ese sentido, indicó la conveniencia de crear en esta ley un tribunal colegiado especializado en medio ambiente para dirimir las controversias.
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