Syriza, la coalición que pone en peligro la participación de Grecia en la eurozona

Una decena de movimientos izquierdistas creó al grupo Syriza en el 2004, esta coalición pone en peligro la participación de Grecia en la eurozona por ser la preferida por los votantes en las próximas elecciones, según los sondeos de opinión pública.

Synaspismós Rizospastikés Aristerás o la Coalición de Izquierda Radical más conocida como Syriza es liderada por Alexis Tsipras, un ex parlamentario que propone a los griegos mejores sueldos y jubilación, la baja en los impuestos y que el Estado volverá a contratar a más empleados. Estos mensajes son los que han posicionado a Tsipras y su grupo a ser el favorito en las encuestas, aventajando 3,1 puntos porcentuales a los conservadores según la última encuesta realizada por Rass.

Tsipras de 41 años, estudió ingeniería en la Universidad Politécnica de Atenas, sin embargo se ha ocupado de cargos públicos y sindicales, siendo miembro de las juventudes comunistas de Grecia.

Dentro de los planes que tiene Syriza está la renegociación de la deuda pública, con esto se espera lograr que Grecia deje de "devolver la deuda" hasta que el país tenga un aumento en el desarrollo económico, según una publicación del diario ABC. Además el líder  del partido se comprometió a pagar dos partes de lo que debe el país y busca que le "perdonen" el resto.

Otra de las propuestas realizadas por el grupo izquierdista, es el aumento de sueldos, tanto para los empleados del área pública que son mal pagados y redefinir el suelo mínimo a 751 euros (unos 550.000 pesos chilenos), lo que provocaría problemas al sector privado, según estimaciones del diario argentino La Nación.

La renacionalización de las empresas y servicios privados, además de un canal de televisión estatal y la creación de un banco del estado, son parte de la "receta" de Syriza para que Grecia salga de la crisis económica.

Según los analistas, pesé a que Syriza muestra una imagen de revolucionaria, la coalición ha "maquillado" su discurso, para evitar conflictos con los inversionistas, aunque mantienen sus propuestas centrales.