Termoeléctrica Castilla: tres visiones de un megaproyecto en la Región de Atacama
La iniciativa contempla seis plantas termoeléctricas, dos a carbón, una planta desaladora y un puerto.<br>
El complejo termoeléctrico - "Central Termoeléctrica Castilla" -que se busca construir en la Región de Atacama ha desatado la "preocupación" de ambientalistas y pescadores artesanales. Son seis centrales termoeléctricas, una planta desaladora y un puerto. Además, contempla erigir dos plantas a petróleo diésel, que servirán de respaldo.
El proyecto -cuyo titular es MPX Energía Chile- se levantará en 612 hectáreas de la Hacienda Castilla -que tiene un total de 240.000 hectáreas- ubicada en la zona Punta Cachos, distante 80 km al suroeste de Copiapó. Contempla una inversión de US$ 4.400 millones y se encuentra en estado de calificación ambiental.
"Central Termoeléctrica Castilla" operará en una primera etapa con plantas Petróleo Diesel B – con dos turbinas de combustión de 127 MW de potencia bruta cada una-. Luego con las unidades generadoras a carbón -de 350 MW de potencia cada una. Son 2.300 MW aproximadamente que serán inyectados al SIC.
Estas últimas, según el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado a las autoridades, cuenta con un "sistema de abatimiento de material particulado mediante filtro de mangas y desulfurización de gases de combustión con agua de mar".
El complejo contempla la operación de seis tuberías de tres metros de diámetro, que aspirarán de forma horizontal un volumen de 46.000 m3 de agua de mar. Cada a una velocidad menor de 0,4 m/s.
Los ductos constituyen la "preocupación" de ambientalistas y pescadores artesanales de Puerto Caldera. El ingeniero en Pesca Hernán Ramírez, afirma que el proyecto Castilla devuelve "con 7 u 8 °C sobre la temperatura normal del agua", lo que generará "daños" al medioambiente.
"Es como fomentar la corriente de El Niño, pero en forma artificial. Porque la cantidad de grados que sube el agua complica no solamente a los pescadores, sino también todo lo que concierne a los recursos marinos", asevera Miguel Avalos, presidente de la Asociación de pescadores artesanales y miembro del Consejo Nacional de Pesca III y IV Región.
Al respecto, la firma sostiene en el EIA presentado ante las autoridades ambientales y entidades que participan en este proceso, que el agua sí aumenta su temperatura entre 6°C y 8°C, pues enfría de las calderas de las plantas termoeléctricas. Sin embargo, explica que ya en el primer metro que recorre cuando es devuelta al mar pierde 3°C. El agua se extrae a 15 metros de profundidad a 13°C.
Añaden que el recurso hídrico se iguala a los 700 metros del punto de descarga. Un especialista que ha participado en el proceso lo compara con verter un vaso con agua tibia a una tina llena con agua helada. Esto, dada la inmensidad del océano.
Los pescadores aseguran que este proceso provocará problemas con la población de algas y de los recursos bentónicos como el erizo, loco, lapa y macha. Avalos dice que con los proyectos termoeléctricos "son los principales que se verían afectados en ese sentido".
En el Estudio de Impacto Ambiental, la empresa señala que el recurso hídrico es devuelto bajo los 9,5 metros de profundidad, donde no hay termoclina. Es decir, donde no existen larvas ni seres vivos que pueden verse afectados. Estas, aseguran, pueden encontrarse hasta los 9 metros, de acuerdo a los análisis científicos presentados en el EIA.
La Corema determinó en su última sesión -miércoles 21- postergar la votación de su calificación ambiental y fijó una nueva sesión. Esta sería la última y "se desarrollaría el próximo miércoles", según dijo su director Carlos Olivares a latercera.com.
En ella se aprobaría o rechazaría el proyecto, cuya calificación de la Seremi de Salud fue modificada de "contaminante" a "molesta".
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