Trabajadores del metro de Sao Paulo suspenden huelga, pero podrían retomarla
Los sindicatos no lograron que se volviera a contratar a cerca de 43 trabajadores, por eso realizarán una nueva asamblea este jueves para votar si retoman la movilización.
Los trabajadores del metro de Sao Paulo resolvieron suspender la huelga que en los últimos cinco días ocasionó el caos en la ciudad, pero amenazaron con la posibilidad de reanudar la paralización el jueves, cuando comienza el Mundial de Brasil 2014.
La resolución fue adoptada en una asamblea realizada al término de una reunión que los sindicalistas mantuvieron con representantes del gobierno provincial del socialdemócrata Geraldo Alckmin, en la que no hubo acuerdo.
Los huelguistas llegaron a la mesa de negociación dispuestos a aceptar el aumento salarial del 8,7 por ciento propuesto por la patronal, con lo cual desistían de su intención de recibir un 12,2 por ciento de incremento.
No obstante, pusieron como condición que el gobierno suspenda el despido de cerca de 43 trabajadores que fue resuelto a instancias de una resolución judicial que declaró "abusiva" la huelga.
Como el gobierno provincial no aceptó esa condición, los trabajadores decidieron suspender la huelga hasta el jueves, cuando volverán a debatir la posibilidad de volver a parar la ciudad justo el día en que Brasil y Croacia jugarán el primer partido del Mundial, en el estadio Arena Corinthians.
Una eventual huelga ese día afectará a millares de aficionados que dependen de ese medio de transporte para llegar al estadio.
Ante esa posibilidad, el secretario de Transportes Metropolitanos, Jurandir Fernandes, admitió que el gobierno paulista analiza la implementación de medidas paliativas.
"Vamos a trabajar con la FIFA para que los portones (del estadio) se abran una hora antes", dijo Fernandes.
A raíz de la huelga, los más de cuatro millones de usuarios que utilizan a diario el metro para desplazarse se volvieron a ver hoy perjudicados por la paralización, que generó además embotellamientos en unos 170 kilómetros de calles.
En la madrugada, las entradas de varias terminales fueron bloqueadas por los sindicalistas con barricadas incendiarias, y en algunas de ellas se produjeron violentos enfrentamientos entre manifestantes y policías, que reprimieron con bombas de gas lacrimógeno.
Los disturbios se extendieron a varias avenidas, lo que perjudicó el ya caótico tránsito de la mayor metrópolis de Sudamérica.
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