Tras su discurso anual Obama comienza viaje por cinco estados durante tres días

El objetivo del mandatario estadounidense es promover sus políticas en una serie de temas de batalla, en los que es crucial asegurarse apoyos de cara a las elecciones.




Tras el discurso que pronunció anoche en el Congreso sobre el Estado de la Unión, el Presidente de EEUU, Barack Obama, recorrerá parte del país para comunicar y promover sus políticas en una serie de temas de batalla en los que es crucial asegurarse apoyos de cara a las elecciones.

La gira que lo llevará por cinco estados durante tres días y que volverá a poner de manifiesto los puntos señalados en su discurso de anoche arrancará hoy, con paradas en una fábrica en Iowa y un negocio de alta tecnología en Arizona.

En su mensaje a la nación, Obama tocó temas populistas que se esperan dominen la campaña electoral en la buscará su reelección como Presidente el próximo noviembre, mientras los republicanos buscan sacarlo de la Casa Blanca.  Abogó por una economía "justa" y por que los más ricos contribuyan con más impuestos

Asimismo destacó sus éxitos, comenzando por los aplausos por logros como la retirada reciente de las tropas de Irak y los Navy Seals, que mataron al líder de Al Qaeda Osama bin Laden.

Pero también intentó afilar el potencial de las críticas republicanas y dibujar un panorama de una economía que mejora incluso aunque el desempleo continúe en una tasa del 8,5%.

"El estado de nuestra Unión se está fortaleciendo", dijo al apuntar los nuevos empleos creados en los últimos dos años, que podrían llevar a un cambio de tendencia.

Su visión económica, con más impuestos para los ricos y nuevos programas gubernamentales, contrasta con fuerza con las propuestas republicanas, que piden menos implicación el gobierno en la economía, impuestos más bajos y una menor regulación. El propio Obama, que reportó 1,8 millones de dólares en ingresos en 2010, presentó la cuestión fiscal como una elección entre obligar a los ricos a pagar la carta o recortar los programas del gobierno.

"¿Queremos mantener esos recortes fiscales para los más estadounidenses más ricos o queremos mantener nuestras inversiones en todo lo demás, como educación e investigación médica, un ejército fuerte y atención a nuestros veteranos?", preguntó. "Porque si somos serios a la hora de reducir nuestra deuda, no podemos hacer las dos cosas".

Los candidatos republicanos no perdieron el tiempo en atacar a Obama. El ex gobernador de Massachussetts Mitt Romney señaló que el presidente tiene "un récord actual de deuda, caída y decepción". "El Presidente hará lo que mejor sabe, dar un discurso bonito, con un montón de frases memorables, pero no les dará las duras cifras", había dicho Romney el martes por la mañana.

Su rival en la candidatura republicana Newt Gingrich también dijo ante la prensa que Obama "no parece operar en el mismo planeta" que ustéd y los estadounidenses.

Las últimas encuestas de aprobación popular a Obama publicadas por la empresa Gallup muestran que le 46% de los estadounidenses desaprueban su actuación, lo que le coloca entre los Presidentes del país con menor apoyo popular en su tercer año de mandato.

Pero se espera que el llamado a un recorte fiscal para los ricos funcione en gran parte del electorado, y no sólo entre los miembros del partido demócrata. Más de la mitad de los estadounidenses encuestados para el sondeo de la CBS y el New York Times consideraron que gravar a diferentes tasas los ingresos y las inversiones es injusto y que la cuota debería ser la misma.

FUTURO ESCENARIO
Pero más allá del debate, la propuesta no parece que vaya a procesarse rápidamente, pues el Congreso intentó frenar los esfuerzos de Obama el año pasado y parece que no le ayudará  demasiado hasta noviembre, cuando los diputados se someterán también a las elecciones.

De ahí que Obama intentara responsabilizar a los legisladores de algunos de sus fracasos, aprovechando que el Congreso cuenta incluso con una aprobación menor que la suya propia.

"Apuesto que la mayoría de los estadounidenses están pensando lo mismo que yo ahora: nada se hará este año o el próximo o incluso el siguiente porque Washington está roto", señaló.

"¿Pueden culparles de sentirse cínicos?", preguntó refiriéndose a una confrontación sobre el aumento del techo de deuda del país que provocó una bajada del rating de la deuda el año pasado y que puso incluso en peligro incluso al gobierno.

Obama llamó a los diputados a "bajar la temperatura de esta ciudad" y "poner fin a la noción de que dos partidos deben encerrarse para siempre en una campaña perpetua de destrucción mutua".

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