Trece especies ingresan a lista de peligro crítico de extinción

Según clasificación del Ministerio de Medio Ambiente, tres pancoras, dos tipos de caracoles y algunos helechos ahora integran la nómina.




Cuando en un ecosistema cambian las condiciones, las primeras en sentir los efectos son las especies nativas. En Chile, uno de los ecosistemas más amenazados son los acuáticos, presionados  tanto por la escasez natural de agua como por los desvíos realizados para riego u otras actividades, además de la contaminación. La disminución de anfibios, peces y crustáceos -entre otros-, está dando la alerta.

La décima versión del Proceso de Clasificación de Especies -realizado desde 2007, por el Ministerio de Medio Ambiente, para unificar en una lista el estado de conservación de las especies nativas-, agregó 103 nuevas taxas (45 de flora y 58 de fauna) a las 718 ya clasificadas. Veinte de ellas pertenecen a ecosistemas acuáticos con algún grado de amenaza, desde vulnerables a en peligro crítico.

El informe incluyó el análisis de 18 pancoras o cangrejos de agua dulce, de los que 11 están amenazados; ocho en peligro de extinción. "Las pancoras prefieren ríos de aguas libres o limpias de contaminantes; el que varias especies hayan quedado amenazadas guarda relación con que, en general, los ambientes acuáticos en Chile, humedales, ríos, lagos, esteros y vegas, están bastante estresados, por distintos tipos de actividades humanas y por contaminación", dice Charif Tala, jefe de Gestión de Especies en el Ministerio del Medio Ambiente.

La situación se repite en varios ambientes acuáticos. "Los peces de aguas continentales, los nativos de lagos, ríos, salares, casi el 90% está amenazado. En los anfibios pasa lo mismo", dice.

En su vulnerabilidad también influye la presencia de especies exóticas invasoras, como la trucha y los salmones. "Las truchas son negativas para anfibios, peces nativos y crustáceos, porque se los comen", dice Tala.

Trece especies ingresaron a la clasificación en peligro crítico, entre ellas tres pancoras, dos caracoles, como el Biomphalaria costata, la lagartija de Lolol (Liolaemus confusus), el lagarto negro (Liolaemus curis) y siete plantas herbáceas, la mayoría helechos de Juan Fernández, amenazados por invasores exóticos, como la zarzamora y las cabras.

Otras 25 especies están en peligro, como la chinchilla costina (Chinchilla lanigera) y la lagartija de Fabián (Liolaemus fabiani); 23 especies vulnerables. Además de ocho que quedaron casi amenazadas, 21 en preocupación menor y 13 con datos insuficientes.

Sobre la rana chilena (Calyptocephalella gayi) que, según expertos debería cambiar su clasificación de vulnerable a en peligro, Tala dice que es posible, si alguien entrega nuevos datos sobre su situación.

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