Uruguay propone legalizar marihuana para combatir la violencia del narco

Esas medidas incluyen el agravamiento de las penas para los casos de corrupción policial y tráfico de pasta base de cocaína, incremento de las penas a menores que delinquen y planes para aumentar la eficiencia policial.




El gobierno uruguayo propuso este miércoles  legalizar, producir y distribuir marihuana para desactivar así la violencia  asociada al narcotráfico, en lo que constituye una propuesta pionera en  Latinoamérica, la región que paga con más sangre la lucha contra las drogas.

El proyecto fue presentado en el marco de 15 medidas propuestas por el  gobierno del presidente José Mujica para combatir el incremento de la  inseguridad.

Esas medidas incluyen el agravamiento de las penas para los casos de  corrupción policial y tráfico de pasta base de cocaína, incremento de las penas  a menores que delinquen y planes para aumentar la eficiencia policial, entre  otras. 

"Pensamos que la prohibición de ciertas drogas le está creando más  problemas a la sociedad que la droga misma", dijo en conferencia de prensa el  ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro.

Actualmente hay en el Parlamento tres proyectos de ley de legisladores de  distintos partidos para legalizar el autocultivo de cannabis, pero el gobierno  desestimó esta opción "para no afectar a los países vecinos ni ser acusados de  ser una especie de centro de fabricación y distribución internacional de  drogas", dijo el ministro.

Fernández Huidobro estimó que el mercado interno de marihuana representa  actualmente un negocio ilegal de unos 75 millones de dólares anuales. 

"Por eso nos inclinamos más al control estricto del Estado de la  distribución, (y) producción de esta droga", explicó.

"La nuestra no es una idea original, peregrina, es una idea que se viene  debatiendo" en el mundo, dijo Fernández Huidobro, anunciando que el país  defenderá la legalización en los foros internacionales.

"Va a ser política exterior del Uruguay la lucha por la legalización (de la  marihuana) y la eliminación de la prohibición iniciada en el año 1971 por una  errónea decisión del presidente (Richard) Nixon que ha provocado todo este  desastre, declarando una guerra que ha sido ganada por los narcos", enfatizó.

En los últimos tiempos se han alzado voces en Latinoamérica pidiendo la  legalización de las drogas como alternativa al combate frontal al narcotráfico  que sólo en México ha dejado más de 70.000 muertes desde diciembre de 2006. 

Los expresidentes brasileño Fernando Henrique Cardoso, colombiano César  Gaviria y mexicano Ernesto Zedillo, han propuesto en diversos foros que los  Estados regulen el consumo, mientras que el actual jefe de Estado guatemalteco,  Otto Pérez, ha propuesto discutir la despenalización.

El principal obstáculo a tal apertura es Estados Unidos, gran patrocinador de la lucha antodrogas en la región, aunque en la última cumbre de las Américas, celebrada en abril en Cartagena de Indias, el presidente Barack Obama  se mostró flexible al debate.

Obama consideró "totalmente apropiado discutir el tema". "No soy alguien  que crea en la legalización, pero sí creo que necesitamos dar más pasos y ser  más creativos", dijo. 

Por lo que respecta a Uruguay, Fernández Huidobro hizo referencia al  incremento de homicidios por ajustes de cuentas entre delincuentes, que  consideró "un síntoma claro de la aparición de ciertos fenómenos que antes en  Uruguay no existían".

Entre enero y mayo se registraron 133 homicidios en todo el país, lo que  representa un incremento de 70% en relación a los 76 casos denunciados en el  mismo periodo de 2011.

El 20% de los casos fueron por altercados espontáneos, el 16% por ajustes  de cuenta, el 17% por rapiña o hurto, y el 14% vinculados a violencia doméstica.

En Uruguay, con 3,2 millones de habitantes, el 8,3% de la población  consumió marihuana en el último año, lo cual representa unas 128.000 personas,  según una encuesta de la Junta Nacional de Drogas difundida en mayo.

Aunque el consumo de pasta base de cocaína (1,1% de los encuestados) no ha  aumentado esa droga es vinculada con el incremento de la violencia en los  delitos.

"Queremos (...) tratar de pelear a brazo partido contra el tráfico y  consumo de pasta base, que es una de las drogas menos consumidas pero tiene  efectos inadmisibles, y además no es droga, se trata de un veneno", dijo  Fernández Huidobro.

El secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, dijo que la propuesta, al  igual que otras que requerirán aprobación legislativa, será enviada "a la  brevedad" al Parlamento.

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