Uso de vehículos se consolida como nuevo modus operandi de los terroristas en Europa

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El ataque en Londres se suma a los de Niza y Berlín en 2016, donde se utilizaron camiones como armas. Tanto Al Qaeda como el Estado Islámico han publicado manuales llamando al uso de vehículos.




En 2013, Al Qaeda difundió en sus webs y foros de discusión un manual para causar el "caos" en Occidente. Una de las "técnicas" más llamativas era la de convertir un vehículo en una "máquina" para matar "infieles". Un nuevo modus operandi que el Estado Islámico adoptó rápidamente, tal como quedó demostrado en los ataques de Niza y Berlín en 2016, donde los yihadistas instalaron el uso de camiones como nueva arma terrorista. Y ayer el patrón volvió a repetirse en Londres, esta vez con el uso de un auto que arremetió contra peatones frente al Parlamento.

"Los vehículos son como cuchillos, ya que son extremadamente fáciles de adquirir. Pero a diferencia de los cuchillos, cuya posesión puede ser motivo de sospecha, los vehículos no suscitan ninguna, debido a su uso generalizado en todo el mundo", publicó en noviembre Rumiyah, una revista del Estado Islámico creada para difundir su propaganda.

Este modus operandi ya había sido propuesto por la revista digital Inspire, editada por Al Qaeda y autodenominada "la primera publicación global sobre el yihadismo", donde se publicó un texto que describe a la perfección el método puesto en práctica en Niza y Berlín.

"Las vías estrechas son una mejor opción ya que la gente tendrá menos posibilidades de escapar (...) El lugar ideal es uno que tenga el mayor número de peatones y el menor de vehículos. De hecho, si consigues meter un vehículo en una zona peatonal, de las que están en el centro de las ciudades, sería maravilloso. Si tienes acceso a armas de fuego, llévalas contigo porque las necesitarás para terminar el trabajo si tu vehículo queda bloqueado durante el ataque", eran algunos de los consejos que entregaba la revista.

En el apartado de los objetivos más apetecibles, el Estado Islámico coloca "los mercados al aire libre" como primer escenario seguido de los festivales, los desfiles o los actos políticos. "En general, se debe considerar como blanco cualquier acontecimiento al aire libre que atraiga a grandes masas", propone el reportaje de Rumiyah, donde se sugiere contar con una segunda arma "como pistola o cuchillo".

Consejos que el yihadista Mohamed Lahouaiej Bouhlel siguió al pie de la letra en el ataque perpetrado en Niza el 14 de julio pasado, el día de la Fiesta Nacional de Francia. A bordo de un camión de 19 toneladas, Lahouaiej sembró el pánico durante más de dos kilómetros de recorrido en el céntrico paseo marítimo de los Ingleses. El conductor, que tenía una pistola y disparó varias veces mientras manejaba el volante, arremetió contra la multitud. Mató a 85 personas.

Al día siguiente del atentado en Niza, David de Caixal, director general en España de la consultora israelí-estadounidense en temas de terrorismo Secindef, aseguraba al portal Vozpópuli que "llevamos alertando desde hace semanas de este nuevo modus operandi que va a llevar a cabo el Estado Islámico en Europa. El yihadismo lo ha usado en Irak y en Israel, y desbarata las estrategias de seguridad que tenemos en Europa. Porque es muy difícil combatir este tipo de atentado".

De hecho, el analista Thomas Joscelyn recordó en The Long War Journal que el 18 de julio, dos días después de Niza, el joven afgano Mohamed Riad Khan atentó en un tren en Alemania con un cuchillo y un hacha y, según reveló el diario Suddeutsche Zeitung, estaba en contacto con un controlador yihadista que le había recomendado utilizar un auto, pero el joven no sabía conducir.

Así, era cosa de tiempo que se repitiera un ataque similar al de Niza. Y este se produjo el 19 de diciembre pasado en Berlín, cuando 12 personas fallecieron después de que un camión que llevaba 25 toneladas de productos metalúrgicos arrollara un mercado navideño en el centro de la capital alemana. "Mismo modus operandi. Misma violencia ciega. Mismo odio contra la gente feliz", escribió ese día en Twitter el alcalde de Niza, Philippe Pradal.

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