Victoria de separatistas en comicios abre incierto escenario en Cataluña
Tras obtener una mayoría en el Parlamento, los líderes independentistas deben afrontar el reto de formar gobierno, con algunos de sus dirigentes encarcelados.
El destituido líder catalán Carles Puigdemont aseguró ayer que los resultados de los comicios regionales daban inicio a una "nueva era" para Cataluña.
Los líderes independentistas catalanes amanecieron reforzados luego de revalidar su mayoría absoluta en el Parlamento local. Porque a pesar de que el partido unionista Ciudadanos fue el más votado en los comicios del jueves, el bloque separatista formado por Junts per Catalunya, Esquerra Republicana de Catalunya y la CUP logró obtener 70 de los 135 escaños. Pero ahora, deberá afrontar el reto que significa formar un gobierno mientras algunos de sus principales líderes están tras las rejas o en el extranjero.
Así lo dejó en claro el Presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, adelantando que los secesionistas no tendrán un camino fácil. "Somos los políticos los que debemos someternos a la justicia como cualquier otro ciudadano, y no la justicia la que debe someterse a ninguna estrategia política", dijo.
Los secesionistas liderados por Puigdemont impulsaron un proceso de independencia que tuvo su punto culmine el 27 de octubre cuando el Parlamento catalán aprobó una declaración de secesión unilateral y que Madrid consideró ilegal. El gobierno respondió destituyendo al gabinete de Puigdemont y convocando a los comicios que se llevaron a cabo este jueves.
El Tribunal Supremo comenzó a investigar a varios de los líderes secesionistas por los delitos de rebelión, entre ellos a Puigdemont, que se fugó a Bélgica para no responder a la justicia. Por eso, los resultados abren un escenario de incertidumbre. Para que Puigdemont pueda retomar su liderazgo como presidente catalán, tiene que poder ejercer primero como diputado, según las leyes locales. Es la misma situación en la que se encuentran otros dirigentes.
Según explica el diario español El País, tanto los cinco diputados electos que se encuentran fugados (Puigdemont y los ex consejeros Clara Ponsatí, Antoni Comín, Lluís Puig y Meritxell Serret) y los tres que están en la cárcel (Oriol Junqueras, Jordi Sànchez y Joaquim Forn) pueden "tomar posesión de su acta como diputados", pero no pueden, según el reglamento, delegar su voto, ya que está previsto sólo para otras circunstancias (como una enfermedad grave).
Eso podría afectar directamente la sesión de investidura. De los 70 independentistas que integrarán el Parlamento, sólo 62 podrían votar la investidura, lejos de la mayoría absoluta de 68. Ayer, también, el juez que indaga el proceso separatista anunció que extenderá la investigación a otros seis políticos catalanes.
Por otra parte, ni Rajoy ni Puigdemont han dado señales de dar pie atrás. El ex líder catalán se mostró dispuesto a reunirse con el mandatario "sin condiciones", pero fuera de España. "Estoy dispuesto a encontrarme en Bruselas, o en cualquier otro lugar de la Unión Europea, que no sea el Estado español, por razones obvias, con el señor Rajoy", aseguró Puigdemont desde la capital belga.
Rajoy, en cambio, ofreció un diálogo "abierto y realista", pero apegado a la Constitución y que el futuro gabinete catalán "estará sometido al imperio de la ley". "Yo, con quien tendría que sentarme es con quien ha ganado las elecciones, con la señora (Inés) Arrimadas", en alusión a la líder catalana de Ciudadanos que llamó a detener las aspiraciones secesionistas. "Si el proceso no tenía sentido ni mayoría social ayer, hoy tiene menos sentido y menos mayoría", aseguró Rajoy, quien descartó adelantar las elecciones generales.
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