Vivianne Blanlot: "Los directores hoy no pueden decir 'no sabíamos'. Hoy se les exige que sepan"
La relación empresa y sociedad será el tema que abordará en el próximo seminario Icare. La ex ministra, presidenta de la corporación, se refirió además al rol del Estado como regulador, y al conflicto de las AFP.
La relación entre los empresarios y la sociedad ha sido uno de los temas que más veces han sido analizados en foros de Icare. Sin embargo, el próximo jueves en el Quinto Congreso de Empresa y Sociedad "Tiempo de transformación de la empresa", la corporación buscará ver que están haciendo los empresarios para afrontar de mejor manera los vínculos con los ciudadanos.
Vivianne Blanlot, ex ministra de Defensa de la primera administración de Michelle Bachelet y actual vicepresidenta de Icare y directora de empresas -entre ellas, CMPC-, será la encargada de dar la bienvenida al evento. En la previa, analiza lo que está haciendo el sector privado respecto a la transformación del diálogo entre la empresa y la sociedad, del exceso de regulación del Estado en algunos sectores y de la falta de diagnóstico previo en el conflicto de las AFP.
¿Es difícil para los empresarios desprenderse de ciertas tradiciones y costumbres?
En la sociedad actual tenemos que entender que generar valor para los accionistas no es un problema estrictamente económico que se lee a través de las utilidades. Generar valor significa generar valor para la sociedad y para los accionistas. Quienes invierten en estas empresas, quienes son accionistas, principalmente cuando se trata de fondos de inversión y de previsión, son un conjunto de personas que están pidiendo un comportamiento diferente.
¿Es el diálogo el punto que complica más a las empresas?
No había una práctica de diálogo. El concepto de que hay que dialogar ha ido penetrando. Lo que es muy difícil de hacer es aprender a dialogar, como se discute con la comunidad con sus múltiples actores. La práctica del diálogo es la difícil, porque no hay historia.
¿Cree que los directorios están más conscientes que sus actos pueden influir en la imagen de la empresa?
No solamente la imagen. Cuando se va en contra de normas que se le exigen a la empresa a nivel ejecutivo, y si son ilegalidades, la verdad es que los directorios no pueden escudarse en decir "no sabíamos". Lo que se le está exigiendo a los directores es que sepan lo que está pasando.
¿El nuevo directorio de CMPC podría ser un ejemplo de este cambio?
No sé cómo era antes. Lo que observo ahora es que todos los directores son extremadamente inquisitivos, y que en general toda la organización está preocupada de modernizar los sistemas de control en todos los ámbitos.
¿Cómo actúa el Estado como regulador?
En los últimos años hemos visto que en los cambios de norma se están entregando facultades discrecionales a autoridades unipersonales, que, además, están muy transitoriamente en los cargos. Eso es un grave peligro. Se requiere que normas que son significativas para la actividad económica se decidan con una mirada de largo plazo, y también con una mirada de incorporar factores como crecimiento y productividad.
¿Que sectores están sobrerregulados?
En el terreno ambiental se requiere una mirada detallada de lo que está ocurriendo. Cuando se invierte en proyectos que tienen que cumplir con 1.500 condiciones uno se pregunta qué está pasando. No sólo implica un problema para realizar el proceso productivo, sino que, además, significa un costo de fiscalización gigantesco. Hay otras áreas donde hay que ver resultados, pero en la legislación del sector eléctrico, más allá de algunas reformas muy positivas, se introdujeron algunos elementos de discrecionalidad que representan riesgos. Lo que está pasando con la reforma del Código de Aguas, también. Una reforma que le da amplísimos poderes, con serias repercusiones económicas.
¿Tiene el actual gobierno problemas de diálogo con los empresarios?
Muchas veces, al discutir una norma, se escucha al sector productivo, pero se le escucha poco. Ciertamente ha tenido problemas. Si vemos cómo se han discutido las reformas que se han impulsado en este gobierno, hay una dificultad bastante grande en el diálogo. Pero para un gobierno es muy difícil conversar con un sector que no hizo nada, que percibió un problema en el sector que trabajaba, que son las AFP, que no fue proactivo en proponer soluciones. Y tampoco fue proactivo en un tema fundamental: conversar con sus clientes. Para la gente, la 'tramitología' en ese sector específico es una pesadilla.
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