Vuelven los esenciales Primal Scream

El nombre de Primal Scream está tallado con letras doradas en el cancionero británico de principios de los 90. Originarios de la ciudad escocesa de Glasgow, conectaron con la sensibilidad de esos días, la cultura masiva de las raves, las drogas de diseño y ese sonido que parecía desdoblarse en capas de rock and roll, psicodelia y electrónica.

Todo bajo la batuta de un personaje casi único -su cantante y fundador, Bobby Gillespie-, legado que se ha estirado sin mayores baches hasta el nuevo siglo, con Chile como un pequeño protagonista: la agrupación se anota tres escalas en el país -el imborrable debut de 1998 en la discoteca Oz, la visita al Caupolicán en 2011 y su presentación del año pasado en el festival Fauna Primavera- a las que en 2018 sumará un nuevo capítulo.

Con un regular título editado en 2016, Chaosmosis -tratado de modo bastante poco cariñoso por la crítica-, los hombres de Screamadelica se presentarán el viernes 2 de marzo en el Centro Cultural Matucana 100, con un espectáculo que recorre lo más granado de los once trabajos que integran su discografía.

Según lo mostrado en sus últimas fechas, la cita se extiende por un promedio de 13 composiciones, donde aparecen Movin' on up, Swastika eyes, Country girl, Kill all hippies y Come together, entre otros temas reconocidos de su repertorio.

Según ha declarado Gillespie en las entrevistas con que ha publicitado la gira, el grupo está en una suerte de punto de madurez, donde hacen oídos sordos a los dardos por sus últimos tropiezos creativos. Para comprobarlo está su nueva fiesta en la capital, con entradas que salen a la venta hoy al mediodía en Puntoticket y con precios de $25.000 (preventa 1 hasta el 3 de diciembre) y $32.000 (desde el 4 del mismo mes).