Wall Street cerró con pérdidas luego que el S&P rompió importante soporte técnico

Las acciones estadounidenses cayeron este jueves en medio del nerviosismo de los inversores, que buscaban vender después de que el S&P 500 rompió un nivel técnico.

El promedio industrial Dow Jones perdió 1,13% a 11.770,80 unidades, mientras que el índice Standard & Poor's 500 cedió 1,67% a 1.216,28 puntos.

En tanto, el índice Nasdaq Composite bajó 1,96% a 2.587,99 unidades.   

No hubo ningún desencadenante evidente para la ola de ventas.

Varias fuentes citaron rumores sobre la falta de avances en las conversaciones con el "supercomité" de Estados Unidos encargado de los problemas de la deuda de la nación. Ninguna noticia específica ha sido divulgada.

Las pérdidas se aceleraron cuando el S&P 500 se acercó a los 1.225 puntos, descripto como un nivel técnico clave.  

"Hubo una avalancha de negocios a futuro y algunos niveles técnicos donde se dispararon órdenes de venta para frenar pérdidas. Técnicamente hablando, 1.225 fue como un nivel clave, entonces el promedio móvil de 100 días fue 1.222", dijo Michael Marrale, director gerente y a cargo de las ventas de operaciones en RBC Capital Markets en Nueva York.

Las caídas en las acciones de los sectores de materiales y energía se aceleraron a partir de los descensos en los precios del petróleo y los metales.

"Prácticamente todo está a la venta. Hay un movimiento hacia el efectivo, y los precios de los bonos suben", dijo Tom Schrader, director de negociaciones en renta variable de Stifel Nicolaus Capital Markets, en Baltimore.

Más temprano, los rendimientos de los bonos soberanos españoles a 10 años alcanzaron un 6,98%, el nivel más alto desde 1997, en tanto una subasta de bonos franceses también terminó con rendimientos altos.

La marca del 7% para los rendimientos de los bonos es considerada por los inversionistas como insostenible, dado que tanto Grecia como Portugal se vieron forzados a buscar rescates después de que los rendimientos alcanzaron niveles similares.

Los inversionistas están preocupados porque los problemas de deuda pueden llevar a la economía global a otra recesión que dañaría el crecimiento de Estados Unidos, aún cuando los datos locales sugieren que la economía estadounidense está repuntando.