Washington pone presión a régimen sirio y pide "acciones, no palabras" tras promesas de reforma
EEUU recibió hoy con escepticismo el tercer discurso del Presidente, Bashar al Assad. También hubo reacciones en Londres, Francia y Turquía.
Prometió más libertad de expresión, menos corrupción y una fuerte participación civil, pero en su tercer discurso a la nación, desde que estallaran las revueltas a mediados de marzo, el presidente sirio Bashar al Assad, levantó más críticas que conformidad en sus promesas de reformas.
Su estrategia de venderse como garante de la estabilidad y al mismo tiempo encender vagas esperanzas de cambios democráticos conduce a la catástrofe, según los analistas. Incluso levantó la ira de la oposición, que apenas finalizó el discurso salió a las calles a protestar. "No deberíamos perder el tiempo en analizar el contenido de este discurso", considera el secretario general de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Riad al Shakfa, citado por la agencia Dpa.
El opositor en el exilio cree que el último discurso de Assad reforzará aún más al movimiento de protestas en su voluntad de introducir un cambio de régimen. "Tras cada discurso de Assad los manifestantes están aún más motivados que antes, porque no ofrece más que palabrería".
Pero las críticas también vinieron de Occidente. Estados Unidos reaccionó con escepticismo frente a las promesas de cambios. "Assad ha estado haciendo promesas a su pueblo durante años, durante semanas. Lo que necesitamos ahora en Siria son acciones, no palabras", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland,
"El hecho de que los sirios siguen protestando todas las semanas indica que, para ellos, sus palabras no bastan, que lo que quieren ver son acciones" y subrayó que, en lo que respecta a Washington, "se acabó el juzgarlo por sus palabras". "Necesitamos ver acciones, como lo necesita el pueblo sirio", insistió.
Assad prometió hoy nuevas reformas en un polémico discurso, desde la Universidad de Damasco en el que condenó también una vez más a los manifestantes contra su régimen, afirmando que las protestas responden a una "conspiración extranjera" en Siria. "No nos lo tragamos", replicó hoy la portavoz estadounidense.
Desde Francia, el canciller Alain Juppé dijo que el presidente sirio llegó a un "punto de no retorno" y mostró sus dudas de que pueda corregir el rumbo tras la represión "inaudita" impuesta a su pueblo. A su vez, para el presidente turco Abdallah Gul el discurso de hoy "no es suficiente" y el mandatario debería introducir un sistema político multipartidario en el país. "Hay que leer su discurso entre líneas. Se precisaría que él diga fuerte y claro: "vamos hacia un sistema multipartidario, organizaremos elecciones democráticas conforme a las leyes internacionales", apuntó.
El canciller británico, William Hague, dijo que la alocución fue "decepcionante y poco convincente" y criticó que no anunciara el fin de la violencia.
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