Ximena Rincón: "Le pido a Ignacio Walker que en temas valóricos no hable a nombre de la DC"

Senadora de la Falange discrepa del presidente de su partido, quien es contrario al matrimonio igualitario. La parlamentaria exige que no se legisle desde la fe o la doctrina católica, sino que desde la ciudadanía.




A horas de que Michelle Bachelet difundiera su programa de gobierno el domingo pasado, el presidente de la DC, Ignacio Walker, celebró los contenidos planteados en el documento, pero se diferenció con la apertura a legislar sobre el matrimonio igualitario planteado en el documento. Walker aseguró que él y su partido eran partidarios del matrimonio entre un hombre y una mujer.

Luego de la postura planteada por el timonel de la Falange, diversos diputados y senadores discreparon públicamente con él. En esta línea se expresa la jefa del comité de senadores DC, Ximena Rincón, quien ya en la primaria presidencial interna dijo ser partidaria del matrimonio igualitario. "Hay que ser cuidadosos con estos temas", advierte Rincón, mientras, con parsimonia, hojea una fotocopia del plan de gobierno en el sillón de su hogar.

¿Ve reflejadas las aspiraciones de la DC en el programa de Bachelet?

Sí, en un alto contenido está reflejado cuando leo el programa. Cuando uno mira las propuestas de la Democracia Cristiana, la verdad es que mucho de lo que allí se planteó lo recoge el programa de Michelle Bachelet. Hace mucho sentido lo que es esta propuesta con lo que piensa una gran mayoría del mundo DC. Sin perjuicio de que en uno o dos temas haya voces disidentes

Ignacio Walker dijo que él y su partido estaban por el matrimonio heterosexual.

Ignacio es un poco voluntarista. Yo creo que él y un grupo de personas en la DC están por el matrimonio como una institución entre un hombre y una mujer. Muchos en la DC pensamos distinto a aquello y creo que lo importante es que somos un partido político que tiene que recoger las señales de la ciudadanía y abrirse a discutir estos temas. En ese sentido, le reconozco a Ignacio Walker su disposición a abrirse a esto, pero lo único que le pido es que en los temas valóricos no hable a nombre de la Democracia Cristiana. Y pido que no se legisle desde la fe o la doctrina católica, sino desde la ciudadanía.

Entonces, ¿posturas como las de Walker o del senador Andrés Zaldívar no representan a la DC?

Ellos tienen que hacer un ejercicio de escuchar más. De los 40 años hacia abajo, claramente las posturas son distintas a las que ellos tienen. Tenemos que pensar en cómo incluimos esa mirada. Hay que escuchar y sintonizar más con el país.

¿Cuánta es la urgencia de legislar sobre esto, cuando la última encuesta CEP concluyó que sólo el 36% apoya el matrimonio homosexual?

Cuando tú miras esa encuesta, concluyes que este no es un tema prioritario. Por eso me da pena cuando se centra la mirada sólo en este tema y no en la justicia social. La desigualdad es un antivalor en nuestro partido. Si uno hace la lectura de esta encuesta, la prioridad nuestra debería ser romper con los abusos.

¿Qué rol debe cumplir la DC dentro de un bloque con cinco partidos declarados progresistas?

Respetar las convicciones que tenemos cada uno de nosotros. Aquí hay miradas distintas y el presidente de la Democracia Cristiana tiene que entenderlo.

¿No se desdibuja la identidad DC al defender el matrimonio igualitario?

El partido ha perdido identidad al abandonar las luchas sociales, defender a los más pobres, al defender los derechos sociales, como la salud, educación y vivienda. Ahí pierde identidad la DC. Tenemos que recuperar esa lucha que siempre fue nuestra.

El programa de Bachelet es ambicioso, pero está condicionado a la fuerza parlamentaria y a un sistema binominal aún vigente.

La (ex) presidenta lo ha dicho y lo hemos repetido nosotros: estamos por un Parlamento para Bachelet. Mucho de lo que se quiere hacer, pasa por reformas legislativas y obviamente necesitamos los votos. Creo que son más de 70 diputados y 23 senadores, esa es la norma. Obviamente, requerimos un Parlamento y en eso hemos estado.

Pero las posibilidades de no lograrlo son ciertas. ¿Cómo contener las expectativas y la eventual frustración ciudadana?

En todas las intervenciones de la (ex) presidenta y del equipo que la acompaña repetimos esta idea: lo fundamental es que se elija un Parlamento para Bachelet. Y eso, obviamente, significa una pedagogía importante.

¿Está de acuerdo con una coalición de gobierno junto al Partido Comunista?

Yo lo dije antes y lo vuelvo a decir: me carga el doble estándar. O sea, al Partido Comunista lo odiamos en tanto pensamos que puede estar en un gobierno con nosotros, pero lo amamos para que nos den sus votos para elegir a nuestros parlamentarios. Eso enerva a la ciudadanía.

¿Pero es factible una coalición de gobierno DC-PC?

¿Y por qué no? Si estamos en Nueva Mayoría.

Gobernar es otra realidad.

Pero cuando tienes un programa de gobierno, ¿cuál es el temor?

¿A qué se debería ese doble estándar?

No sé. Hay algunos que para ganar elecciones hacen discursos anticomunistas terribles, pero una vez que las ganan se olvidan.

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