Briones, soldado que arranca...

Briones
A las 9 horas de hoy se concretará la salida del ministro de Hacienda, Ignacio Briones.

No hay nada de malo que autoridades compitan, sino que estas deben hacerlo tras concluir gestiones estando en periodos significativos en sus cargos. Con carteras tan importantes como Hacienda (e incluso el Banco Estado) no se juega,



“Me parece impresentable”. Esta vez, cuesta no estar de acuerdo con la senadora UDI, Jacqueline Van Rysselberghe. Ignacio Briones, aplaudido por su capacidad de diálogo y distancia de los subterráneos lúgubres de la derecha, arrancó en medio de una de las más complejas recesiones económicas que hemos vivido. La hoy carta de Evópoli decidió saltar del barco abandonando al presidente Piñera (algo ya normalizado) y una serie de tareas inconclusas que afectan directamente a las personas en medio de un escenario de incertidumbre económica pocas veces visto en Chile.

Ayudar a las personas. Sin duda su principal tarea pendiente. La gente ha sobrevivido la pandemia tras verse forzada a echar mano a sus propios ahorros para la vejez, dada la negativa que tuvo el Gobierno y principalmente Hacienda, en tenderles una mano efectiva. Chile cuenta con más de 21 mil millones de dólares en Fondos Soberanos y cuenta con el nivel de deuda más bajo que todos sus pares de la OCDE. Desde la cartera de Briones se articuló el plan político para dar oxígeno al modelo que por décadas viene privilegiando a pocos a costa de muchos. Por una decisión política, el grueso de quienes habitan este espacio nacional compartido son y serán más vulnerables que ayer. Si bien en un principio se negaron, cuando vieron que los retiros del 10% terminarían por dinamizar la economía, ampliando el consumo primario y el pago de deudas, abrazaron convenientemente la medida. Resolver esta situación se hace urgente.

La desprotección de las y los trabajadores. A medida que comenzaba la pandemia las desprotecciones al mundo laboral aumentaron. La ayuda fue principalmente a los empleadores quienes en muchos casos despidieron sin compasión alguna reflotando el imaginario de superioridad de la élite económica criolla: Son “los que dan empleo”. El gobierno fue responsable, con acciones e inacciones, de la precarización de la fuerza laboral. Hoy no solo el desempleo se encuentra sobre el 11%, sino que entre los jóvenes supera el 25%. Con todo, si a estas cifras le sumamos quienes están sujetos a la Ley de Protección del Empleo (que es más una ley de protección a la empresa), esta llega al doble. En estos 12 meses, quienes menos tienen perdieron en hasta un tercio sus ingresos mientras que los más ricos quedaron prácticamente igual.

De la mano con estas tareas inconclusas, su salida también nos dejó lecciones.

Revindicar la política. A solo días de que Evopoli lo oficialice como su carta presidencial, el senador Felipe Kast declaró que “La gracia” de Briones “es que de alguna manera es un antipolítico”. ¿Hay algo más político que ser ministro de Hacienda? Difícil. Fue, además, Coordinador de Finanzas Internacionales de la misma cartera y designado embajador ante la OCDE por Sebastián Piñera. Político que reniega ser político termina siendo populista. Esta es una práctica que se viene replicando de forma más aguda desde el estallido social. Ya en la franja del plebiscito los mismos partidos políticos hicieron campaña hablando mal de los partidos políticos. Esto es peligroso. No por menos fue un pilar central de la retórica discursiva del dictador Pinochet. Estrategia funcional y fundamental para quienes repudian la democracia.

Victorias ajenas. Parte de la estrategia para pavimentar la salida del hoy ex ministro, se basa en instalar logros como el IFE, FOGAPE (que solo ha llegado a 1/3 de potenciales pymes beneficiadas) y otras medidas de apoyo y protección al empleo. Sin embargo, a pesar de lo insuficiente, fueron logradas gracias a la presión sindical, social y política. Si hubiese sido por la sola voluntad de Briones estas ayudas no hubiesen sido ni la mitad de lo que han sido. Se vieron obligados a ceder, tal y como lo hicieron con el acuerdo que nos llevará a tener una Nueva Constitución, porque se vieron sin salida y a punto de perder la capacidad total de gobernar.

El escenario se viene complejo en lo social, económico y político. Gente endeudada y con miedo; municipios con déficits financieros; la inexistencia de un plan de re activación efectivo; y con una reforma de pensiones que quedó abandonada, el impacto del mal manejo económico nos acompañará por mucho tiempo. Urge reflexionar sobre el rol que las o los actores políticos cumplen cuando ejercen cargos de poder y sobre todo cuando ostentan a llegar a otros superiores. No hay nada de malo que autoridades compitan, sino que estas deben hacerlo tras concluir gestiones estando en periodos significativos en sus cargos. Con carteras tan importantes como Hacienda (e incluso el Banco Estado) no se juega, principalmente porque en periodos como el que estamos viviendo, sus acciones u omisiones tienen un impacto directo sobre la vida de millones de personas.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.