¿Es el momento de enfrentarse al Parlamento?
Si bien era de suponer que la mesa del Senado, liderada por la oposición, criticara la convocatoria del Presidente para perfeccionar criterios que determinan admisibilidad de proyectos en el Congreso; no era tan esperable que, con más fuerza, el presidente de la Cámara, Diego Paulsen (militante de Renovación Nacional) criticara la acción del gobierno.
Hasta ahora los gobiernos habían ocupado un par de rutas para frenar un proyecto de ley que, a juicio de esa administración, excedía las facultades de los legisladores.
La primera vía era el veto presidencial (supresivo, que elimina una parte de la iniciativa; el aditivo, que agrega un artículo o capítulo; y el sustitutivo, que reemplaza una frase o artículo).
La segunda: acudir al Tribunal Constitucional.
En esta y en su administración anterior, el Presidente Sebastián Piñera ha utilizado ambos caminos.
Pero ayer el Mandatario dio un paso más y convocó a un grupo de expertos para que ayuden a perfeccionar los criterios que determinan la admisibilidad o inadmisibilidad de proyectos presentados en el Congreso.
Entre los argumentos esgrimidos por el Jefe de Estado está la “proliferación” de mociones en el Parlamento calificadas como inadmisibles por el Ejecutivo, varias de ellas respaldadas por legisladores de su coalición, lo cual ha generado una máxima tensión.
Una de ellas, por ejemplo, la iniciativa del postnatal de emergencia, que fue visada por la Cámara y declarada inadmisible luego en el Senado y que ahora será vista por una Comisión Mixta.
Los conflictos entre poderes del Estado son tan antiguos como nuestra República y, desde la recuperación de la democracia, se han producido por las más diversas situaciones.
Una de las características de estos enfrentamientos es que, sin importar las tendencias internas o los colores políticas, cada poder se parapeta.
Así sucedió, por ejemplo, en 2014, cuando el gobierno de Piñera (1) acusó a los fiscales y jueces de estar actuando con permisividad con los delincuentes. En esa oportunidad, el Poder Judicial contratacó en bloque.
Portazo
Ayer, el portazo del Parlamento a la propuesta del Presidente se hizo sentir. Si bien era de esperar que la mesa del Senado, liderada por la oposición, criticara la iniciativa a la Ley Orgánica que regula el ingreso de proyectos constitucionales; no era tan esperable que, con más fuerza, el presidente de la Cámara, Diego Paulsen (militante de Renovación Nacional) criticó la acción de Piñera.
“El Congreso es un poder independiente del Ejecutivo (…) la única sede donde se debe discutir cualquier enmienda al proceso de admisibilidad de los proyectos de ley, es el Congreso Nacional (… ) Estábamos iniciando una mesa de trabajo entre la Cámara, Senado y el Ministerio Secretaría general de la Presidencia, por lo que lamento que el Presidente no haya tomado en cuenta este trabajo ya avanzado”, afirmó Paulsen.
La pregunta es, ¿valía la pena enfrentarse al Congreso para aquietar las aguas en Chile Vamos, en medio del, quizás, momento más complejo de esta pandemia? Y justo cuando la oposición aumenta su presión para que se adopten nuevas medidas y estrategias que frenen el avance del coronavirus en nuestro pais.
¿Valía la pena aleonar hoy a un Congreso debilitado por el protagonismo de los alcaldes y alcaldesas en esta pandemia?
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