Restorán escondido
Una mesa para doce comensales y una degustación de diez tiempos: de eso se trata Chez Nous, un restorán que funciona solo cuatro veces al mes a puertas cerradas, con el improvisado menú que preparan la chef Carolina Bazán y la sommelier Rosario Onetto.
Paula 1086. Sábado 7 de enero de 2012.
Está a pasos del centro Gabriela Mistral, de Plaza Italia y del Parque Forestal. Oculto en lo más alto de un antiguo edificio, en un departamento con piso de parqué que tiene una terraza con una vista privilegiada del atardecer santiaguino, funciona desde noviembre Chez Nous, la cocina escondida –o restorán a puertas cerradas– que abrieron la chef Carolina Bazán (del restorán Ambrosía) y la sommelier Rosario Onetto (de Casamar) después de vivir un año en París. En su mesa –de caoba y siempre con peonías frescas– montan cuatro veces al mes lo que sueñan será su futuro restorán para solo doce personas.
Todo comienza a las 20:30 hrs cuando tocan la puerta distintos comensales que por lo general no se conocen entre sí. Para romper el hielo sale una primera corrida de espumoso –fresco, heladísimo, burbujeante- y los presentes pasan del living a tomar lugar en la mesa. Mientras otra copa de vino llega, los desconocidos se preguntan los nombres, en qué trabajan y cómo llegaron a esta mesa.
Carolina y Rosario, mientras tanto, van y vienen desde la cocina, como si sus invitados fueran amigos cercanos: ellas mismas sirven los platos que Bazán elabora con materia prima fresca –fresquísima– que elige por la mañana en La Vega. El menú de diez tiempos comienza con sabores suaves, que van subiendo en intensidad: de una mozzarella de búfala sobre agua de tomate, rodajas de durazno y algunas hojas de albahaca, a un ravioli de masa casera, relleno con queso grana padano, cubierto con una salsa de mantequilla, rúcula y hongos shiitake. Y así, suma y sigue hasta llegar al postre, el té, el café y la sobremesa, que puede ser tan larga como los comensales quieran (aunque, por lo general, termina poco después de la medianoche). Para llegar a esta cocina escondida, los interesados reservan su cupo en cocinaescondida@gmail.com, pagan una cuota ($ 35.000 por persona) y una noche antes del evento reciben por correo las indicaciones para llegar. En enero volverán con cuatro fechas, la noche del 11, 12, 25 y 26. www.cocinaescondida.blogspot.com.
La carta de Chez Nous es siempre una sorpresa: se define con lo que la chef Carolina Bazán encuentra en la mañana en la Vega y con los aromas y notas de sabores que Rosario Onetto, la sommelier, rescata de ciertos vinos.
Está a pasos del centro Gabriela Mistral, de Plaza Italia y del Parque Forestal. Oculto en lo más alto de un antiguo edificio, en un departamento con piso de parqué que tiene una terraza con una vista privilegiada del atardecer santiaguino, funciona desde noviembre Chez Nous, la cocina escondida –o restorán a puertas cerradas– que abrieron la chef Carolina Bazán (del restorán Ambrosía) y la sommelier Rosario Onetto (de Casamar) después de vivir un año en París. En su mesa –de caoba y siempre con peonías frescas– montan cuatro veces al mes lo que sueñan será su futuro restorán para solo doce personas.
Todo comienza a las 20:30 hrs cuando tocan la puerta distintos comensales que por lo general no se conocen entre sí. Para romper el hielo sale una primera corrida de espumoso –fresco, heladísimo, burbujeante- y los presentes pasan del living a tomar lugar en la mesa. Mientras otra copa de vino llega, los desconocidos se preguntan los nombres, en qué trabajan y cómo llegaron a esta mesa.
Carolina y Rosario, mientras tanto, van y vienen desde la cocina, como si sus invitados fueran amigos cercanos: ellas mismas sirven los platos que Bazán elabora con materia prima fresca –fresquísima– que elige por la mañana en La Vega. El menú de diez tiempos comienza con sabores suaves, que van subiendo en intensidad: de una mozzarella de búfala sobre agua de tomate, rodajas de durazno y algunas hojas de albahaca, a un ravioli de masa casera, relleno con queso grana padano, cubierto con una salsa de mantequilla, rúcula y hongos shiitake. Y así, suma y sigue hasta llegar al postre, el té, el café y la sobremesa, que puede ser tan larga como los comensales quieran (aunque, por lo general, termina poco después de la medianoche). Para llegar a esta cocina escondida, los interesados reservan su cupo en cocinaescondida@gmail.com, pagan una cuota ($ 35.000 por persona) y una noche antes del evento reciben por correo las indicaciones para llegar. En enero volverán con cuatro fechas, la noche del 11, 12, 25 y 26. www.cocinaescondida.blogspot.com.
La carta de Chez Nous es siempre una sorpresa: se define con lo que la chef Carolina Bazán encuentra en la mañana en la Vega y con los aromas y notas de sabores que Rosario Onetto, la sommelier, rescata de ciertos vinos.
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