Andrés Longton (RN): “El gobierno tenía una mirada condescendiente en seguridad que cambió por la fuerza de los hechos”

ANDRES LONGTON
Andrés Longton, diputado RN.

El parlamentario tiene un juicio distinto al balance hecho por el gobierno en la materia. "Es el gobierno que más ha hecho en seguridad, pero el que menos ha logrado”, refiriéndose a la cantidad de leyes aprobadas, pero a las cifras críticas en -por ejemplo- homicidios con los que cerró el 2024.


El integrante de la comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados, Andrés Longton (RN), es crítico de la evaluación anual que realizó hace algunos días el gobierno en seguridad. La vocera (s) de gobierno, Aisén Etcheverry, señaló hace algunos días que esta administración “echó a andar una serie de medidas, muchas de ellas bien innovadoras, que hoy día nos permiten decir que somos, sin lugar a duda, el gobierno que más ha hecho en materia de seguridad en los últimos años, con más de 60 leyes que hoy día ya están aprobadas”.

Pero el parlamentario de Renovación Nacional tiene un juicio distinto. Longton afirma que el viraje en ciertas posturas relativas a seguridad -particularmente del Partido Comunista (PC) y del Frente Amplio (FA)- es “circunstancial a lo que está viviendo el país y porque están gobernando. No me cabe ninguna duda que si fueran oposición, tendrían una posición distinta (...). Es el gobierno que más ha hecho, pero que menos ha logrado”.

Con el correr de la administración de gobierno y la crisis de seguridad, el Ejecutivo debió implementar una agenda más radical a lo que se pensaba antes de llegar a La Moneda. ¿Cree que la asumió a contrapelo del ideario original?

La verdad es que el programa del gobierno era muy pobre desde el punto de vista de la seguridad. Recordemos que las primeras leyes se presentan a finales del 2022 y eran proyectos muy breves, muy acotados o, en su mayoría, eran iniciativas del expresidente Sebastián Piñera. Podemos decir que el gobierno es el que más ha hecho, pero el que menos ha logrado en seguridad. Las cifras siguen siendo muy preocupantes frente a un negacionismo sistemático del gobierno -que es propio de los gobiernos más de izquierda- que se niegan a ver la realidad para no asumir los costos políticos frente a un país que se desfonda desde el punto de vista de la inseguridad (...). Gran parte de esas leyes han salido sin los votos de la coalición ancla del gobierno (PC y FA), quienes tienen una mirada aún muy sesgada en materia de seguridad.

Se ha asumido a regañadientes, dice usted.

El gobierno tenía una mirada condescendiente en seguridad que cambió por la fuerza de los hechos y porque hoy están gobernando. Sin embargo, el Socialismo Democrático ha hecho un contrapeso relevante dentro de los partidos de gobierno y la oposición también ha colaborado mucho para que finalmente estas leyes se hagan realidad. Las dos comisiones de seguridad, tanto de la Cámara de Diputados como la del Senado, son presididas y tienen mayoría de oposición. Por lo tanto, si la oposición hubiese estado en una posición como la que tuvieron ellos en el gobierno anterior, la verdad es que habrían salido muy pocas leyes en materia de seguridad. Pero esa responsabilidad se ha asumido de muy buena manera por parte de las comisiones, que tramitaron todas y cada una de las urgencias del Ejecutivo y contribuyeron en gran parte a que los proyectos se hicieran realidad.

Aludía al PC y al Frente Amplio. ¿Cree que hay una convicción legítima en el viraje por seguridad?

Circunstancial a lo que está viviendo el país y porque están gobernando. No me cabe ninguna duda que si fueran oposición, tendrían una posición distinta y no tendrían esta voluntad. Me parece que muchas veces han votado de determinada manera porque hay un gobierno que es de su color político, pero también muchas veces han votado en contra de su propio gobierno, porque hay cosas que derechamente no resisten a sus idearios. Pero me parece que si ellos vuelven a ser oposición, lamentablemente corremos el riesgo de que sean una oposición que tenga un tono muy parecido al que tuvo la izquierda más radicalizada, un tono muy parecido al que se manifestó cuando estuvo el expresidente Sebastián Piñera.

A la inversa, destacaba el contrapunto que ha hecho el Socialismo Democrático dentro del mismo gobierno.

Es que han tenido una mirada crítica al respecto de la izquierda más radicalizada y que ha permitido que algunos proyectos vean la luz, a pesar de estas dos almas que se disputan dentro del gobierno, que muchas veces chocan las unas con las otras, y uno tiene la posibilidad de ver esto constantemente en el debate legislativo, en las comisiones donde muchas veces hay una oposición a ciertas cosas que deberían ser asumidas como obvias, como en la Ley Nain-Retamal, la Ley Antiterrorista, el control preventivo migratoria, entre otras.

De todas formas, el gobierno ha aprobado más de 60 leyes en seguridad y va a quedar como el que creó el Ministerio de Seguridad. ¿Cree que se instala como un legado?

Pareciera ser que en un gobierno de izquierda se logran más leyes en materia de seguridad, pero es porque tienes la colaboración de los parlamentarios de derecha, y eso es una realidad. Pero teniendo 63 leyes, un presupuesto que ha subido en materia de seguridad, la pregunta es si estamos mejor que hace tres años o estamos peor. Y las cifras nos dicen que estamos peor, que estamos con un récord de homicidios, que tenemos el crimen organizado instalado, que tenemos nuestras fronteras desbordadas. Entonces, la verdad es que la gente vive con más temor y las cifras revelan que claramente los planes que ha implementado el gobierno no han dado resultado. Por lo tanto, la respuesta yo creo que tiene que ver con la gestión y con la convicción de quienes hoy día están a cargo de la seguridad respecto a las medidas que se implementan.

El subsecretario del Interior, Luis Cordero -en un cruce con José Antonio Kast- llamó a discutir sobre la base de cifras y no percepciones. ¿Hay una percepción más alta respecto a las cifras, o tiene un correlato?

La percepción va de la mano con la cantidad de delitos que se cometen en nuestro país a diario. Las cifras son reveladoras. Ha habido un 44% de aumento de homicidios del 2021 a la fecha, y este año según las cifras STOP (del Sistema Táctico de Operación de las Policías) -que es la única herramienta legal que tiene Carabineros para medir los delitos violentos- dice que este año va a terminar con récord de homicidios. Esos son datos duros. Y por otro lado, se hace un cherry-picking para dar la percepción de que la migración está controlada, cuando durante este gobierno -según cifras de la PDI, de autodenuncias- tiene la mayor cantidad de ingresos de migrantes ilegales en la historia de nuestro país. Hay un problema de gestión y eso el gobierno no lo quiere reconocer, con un presidente que no ha asumido la conducción del tema de seguridad.

¿Cuánto impactó el caso Monsalve en el manejo de la agenda? La exautoridad era quien tenía el diálogo más fluido con la oposición.

Sin ninguna duda. El diálogo con el exsubsecretario Monsalve era muy distinto al diálogo que se tenía con la ministra Tohá. Pero lo que reveló la situación del exsubsecretario es que la principal autoridad en la materia no estaba preocupada de la seguridad de nuestro país durante el fin de semana más sangriento en la historia de Chile, relacionado con las Fiestas Patrias, sino que él estaba con una subordinada, involucrándose en uno de los delitos más deleznables que hay en nuestra sociedad.

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